¿Qué harías si no tuvieras miedo?

La autora es coach en Desarrollo Humano y Empresarial.

El miedo es un sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que va a suceder algo negativo, se trata de la angustia ante un peligro que puede ser real o imaginario.

El miedo se nutre no sólo de los que vemos, sino de lo que imaginamos.

“De lo que tengo miedo es de tu miedo” William Shakespeare

Para atacar el miedo primero tenemos que distinguir qué lo desencadena; por lo general el miedo se desarrolla en edades tempranas o por lo que vemos y escuchamos día con día, un niño le teme a andar en bicicleta porque se ha caído varias veces, o al ‘coco’ porque ha sido impuesto por sus padres.

Pregúntate

¿Qué miedos te pertenecen y que miedos te impusieron?

¿Qué provoca el miedo?

El miedo desencadena una serie de reacciones: aumenta la cantidad de adrenalina y glucosa, la presión arterial sube, se acelera la respuesta cardíaca y se produce una trasmisión sanguínea extra hacia los músculos, preparándonos para la huida o la defensa, entre otras.

Las dificultades surgen cuando el miedo bloquea la razón, cosa que sucede con más frecuencia de la deseada.

El miedo es normal si lo siente y no se sienta culpable, tampoco se sabotee o autocastigue.

Mejor identifique la raíz de ese temor y tome la firme decisión de luchar contra él.

¿Cómo hacerlo?

Con autocontrol e identificando que lo que sucede es algo que está imaginando no algo que sucede en realidad.

Un buen método consiste en hacerse las siguientes preguntas: ¿Qué gano con vivir con miedo?

¿No es mejor vivir desde la paz y plenitud que desde la impotencia?

De sus respuestas dependerá la verdadera solución a este problema.

Recuerde que es importante trabajar sobre el miedo porque limita la armonía de su vida, y la toma de decisiones en ocasiones para lograr grandes resultados que lo harán avanzar y crecer en su vida.

Analiza lo que sucede.

Trata el asunto como si le pasara a otro, míralo desde fuera y date un consejo como si no fueras tú el que padece ese temor.

Ahora

1.- Decide el miedo sobre el cual quieres vender

2.- Pregúntate: ¿Si no tuviera miedo qué es lo primero que haría?

3.- Si no tuviera miedo ¿qué es lo siguiente que haría?

4.- ¿Qué es lo mejor que puede pasar si lo intento?

Y repite estas preguntas todas las veces que sea necesario.

Para vencer los miedos se requiere de paciencia, pero sobre todo de cuidar tu diálogo interno y eliminar creencias limitantes.

No esperes que el miedo se elimine al 100% para tomar acción, recuerda que tienes que actuar aun con miedo, el miedo disminuirá en el camino.

“Mi vida estuvo llena de desgracias, muchas de las cuales jamás sucedieron”: Descartes

La autora es coach en Desarrollo Humano y Empresarial.

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