¿Qué significa comer saludable?
Recientemente reflexionaba sobre lo mucho que necesitamos platicar con todas las personas acerca de los alimentos y la alimentación.
Un tema central está en la pregunta: ¿qué significa comer saludable?
Nuestra salud se compone del bienestar de todas las partes del cuerpo.
Comer saludable significa saber combinar los alimentos para fortalecer nuestros sistemas, órganos y tejidos, y en general del organismo como un todo.
Sistemas como el digestivo, el inmune, el óseo, el muscular; órganos como cerebro, corazón, ojos, piel, etc., se benefician en su salud y funcionamiento, del consumo de alimentos específicos.
Harvard Health publicó recientemente acerca de cinco grupos de alimentos ligados a un mejor “poder cerebral”.
La salud del cerebro se fortalece al consumir: vegetales de hojas verdes como espinacas y brócoli, ricos en nutrientes benéficos para el cerebro, como la vitamina K, el pigmento verde luteína, ácido fólico y beta-caroteno.
Pescados grasos como la sardina y el atún, ricos en ácidos grasos omega-3, cuya deficiencia se asocia a niveles sanguíneos bajos de proteínas beta-amiloides, lo cual propicia enfermedades como el Alzheimer.
Bayas de diversos colores como las fresas, arándanos, moras, y frambuesas.
Estos frutos son ricos en pigmentos rojos y azules, y según los estudios científicos se les asocia con el mejoramiento de la memoria.
Café y té, no sólo como apoyo para mejorar la concentración mental a corto plazo, sino también, de acuerdo con estudios recientes, ayuda a mejorar la función mental.
Nueces de los diferentes tipos y gran variedad. Son excelentes fuentes de proteínas y grasas saludables, que se asocian al mejor funcionamiento de la memoria.
Por otro lado, el sistema inmune se beneficia cuando consumimos frutas y verduras rojas, verdes, blancas, moradas, azules, anaranjadas y amarillas.
La flora microbiana, la “microbiota” del intestino, mejora en calidad con el consumo de fibra, de la que son ricos estos alimentos.
La proliferación de bacterias benignas en el intestino tiene un efecto directo no sólo sobre la inmunidad y la salud del propio intestino, también sobre el sistema inmune general del organismo.
El propio consumo de frutas y verduras, y de otras fuentes importantes de fibra, como los granos integrales, y de grasas saludables como las nueces, mejora el funcionamiento del aparato digestivo.
Nuestro sistema cardiovascular, mejora su funcionamiento con el consumo de minerales como magnesio y potasio, que encontramos en espinacas, tomate, plátanos, aguacates, y en pescados grasos como sardinas, salmón y atún.
Para mejorar la estructura y el funcionamiento del sistema óseo y dientes, es importante el consumo de fuentes de calcio y fósforo, como los productos lácteos bajos en grasa, queso, yogurt, espinacas, brócoli y nueces.
Leguminosas como lentejas y garbanzos, para el óptimo funcionamiento del aparato muscular. Mezclar leguminosas con cereales (mejor integrales), como lo sería un sencillo taco de frijoles.
Incluir, alimentos de origen animal, por sus proteínas.
La vista, piel y cabello también se benefician de alimentos específicos: zanahorias y camote, cítricos y leguminosas, nueces y huevos, mejoran la salud de estos tejidos.
Resumen: comer saludable, en beneficio de sistemas, órganos y tejidos, es comer abundantes frutas y verduras de todos los colores, pescados ricos en omega-3, cereales integrales, leguminosas, productos lácteos y tejidos animales con moderación.
Traducción: las enfermedades crónicas, producto de la mala alimentación, no se pueden curar, pero una alimentación saludable ayuda a prevenir esas enfermedades.
“Cuando la alimentación es mala, los medicamentos no funcionan, cuando la alimentación es buena, los medicamentos no son necesarios”: Proverbio Hindú.
El autor es Dr. en Ciencias Nutricionales.
Director General de Cultura de la Nutrición, A.C.
sgalavizm@gmail.com y culturadelanutricion@gmail.com
FB: Samuel Galaviz y Cultura de la Nutrición A.C.