Que te mantenga el gobierno
De niño, cuando le pedía dinero a mis papás y no me querían dar, me salían con la frase “que te mantenga el gobierno”.
En la ingenuidad de mi edad, creía que el gobierno, en efecto, estaba para regalar dinero...y resultó que era cierto.
En el año 2003, quien esto escribe, era productor del noticiero local nocturno de TV Azteca; recuerdo que ese año vino el entonces presidente Vicente Fox Quesada y una multitud de personas, abarrotó el estacionamiento de la terminal aérea, para ver de cerca al mandatario y tratar de hacerle llegar peticiones.
En lo que llegaba el avión presidencial, la reportera se abocó a hacer varios sondeos entre la gente que soportaba una temperatura de 40 grados y que se encontraban del otro lado de las vallas. Una de las personas que contestó a las preguntas de la reporteras, era una señora acompañada de al menos 5 niños; se le cuestionó si eran sus hijos a lo que respondió que sí, la reportera la cuestiona sobre la seguridad de los niños por el calor que se vivía y la madre de familia respondió: “los traigo para que el gobierno me apoye, los traigo para que ellos aprendan a pedirle al gobierno”.
Cuando me tocó ver el material con esa respuesta, me quedé en shock.
Esa gente, como la señora, que era evidente venía de un estrato social popular, ha vivido por generaciones pidiéndole a los gobiernos que les resuelva en definitiva sus problemas económicos.
Esos 5 niños que traía la señora crecen con esa idea bien instalada de, “el gobierno nos tiene que mantener porque somos pobres”.
Las pancartas que tenían algunos de los que esperaban a Fox en el aeropuerto, simplemente decían eso: “queremos apoyo del gobierno”, pero nadie pedía becas, nadie pedía trabajo.
Repartir a esa gente una despensa cada año, darles mil pesos que se los gastan en cerveza y regalarles 3 piezas de lámina para un tejabán, ha sido la estrategia funcional para captar votos cada 3 años en las elecciones ¿y saben qué? esa gente no va a cambiar, porque ya han hecho un estilo de vida, simplemente extender la mano para que los gobiernos les tiren con algo.
Sí hay acciones de los gobiernos las cuáles con apoyo económico, ayudan a la población vulnerable, como los adultos mayores.
Pero cada programa cuesta más de lo que es.
Cuando se activa un programa social, se crean oficinas, se contrata burocracia y se gastan millones en publicidad.
Si el programa tenía destinado mil millones de pesos, casi puedo asegurar que más de la mitad, se va en cuestiones operativas, más que en el beneficio directo a los ciudadanos que lo necesitan.
El autor es productor de radio y televisión.