Recomendaciones regionales para enfrentar la crisis
Conforme pasan los días los gobiernos van implementando políticas económicas y programas gubernamentales emergentes para tratar de reducir los impactos que está dejando la pandemia, al respecto los organismos multilaterales contribuyen con acciones y alternativas como apoyo a la toma de decisiones.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) desarrolló el “Observatorio COVID-19 en América Latina y el Caribe”, que tiene el objetivo de apoyar a los 33 países latinoamericanos y caribeños en cuanto a los impactos económicos y sociales de las medidas y políticas públicas que están adoptando ante la pandemia.
El observatorio latinoamericano presentó el documento “Coyuntura, escenarios y proyecciones hacia 2030 ante la presente crisis de Covid-19”, que muestra un diagnóstico de los efectos económicos, geopolíticos, sanitarios y sociales en el mundo y la región, así como una serie de medidas inmediatas para limitar los impactos regionales y sectoriales.
Además, el documento analítico propone avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo sostenible y de mayor integración de la región latinoamericana centrado en los siguientes fundamentos: 1) diversificación de su estructura económica; 2) integración productiva y comercial; 3) aumento de sus acciones de adaptación y mitigación de la emergencia ambiental; 4) refuerzo de las políticas para combatir la pobreza, la desigualdad y la cultura del privilegio; y 5) políticas de protección social con cobertura universal.
Consiente de la situación mundial, la CEPAL plantea que los países de la región deben implementar acciones económicas inmediatas para mitigar los impactos de la crisis de Covid-19, tales como: 1) políticas financieras y monetarias; 2) apoyo a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes); 3) empleo y productividad; y 4) pobreza, protección social y desigualdad.
En cuanto a las políticas económicas se propone: a) flexibilización monetaria y la reducción de la tasa de interés referencial; b) préstamos para empresas afectadas; c) aplazamiento de los pagos de impuestos comerciales; d) exención temporal de pagos de impuestos a ciertas empresas; e) acuerdo para reducir las tarifas y el costo del envío de remesas; f) estabilidad en los tipos de cambio; y g) mantener la solvencia y funcionamiento de la banca.
Para apoyar a las Pymes se establece: a) aumentar la demanda con estrategias de ventas; b) subvenciones para facilitar el pago de alquileres y servicios públicos; c) posponer o cancelar pagos de cotizaciones sociales de empresas pequeñas y familiares; y d) posponer los pagos de deuda, intereses, comisiones y otros cargos; así como ofrecer reestructuras de deudas y establecer nuevas líneas de crédito de emergencia.
En empleo y productividad se plantea: a) apoyo financiero para desempleados, los trabajadores independientes y los despedidos; b) licencia familiar y/o servicio médico pagado; c) pago único a personas de bajos ingresos; d) subvención para el pagos de alquiler y servicios públicos; e) aplazamiento de impuestos, contribuciones sociales, pagos de préstamos; f) regulaciones de precios y especulación de productos críticos; g) seguro de desempleo; y h) suspensión temporal de pagos de hipotecas.
Para combatir la pobreza se debe considerar: a) presupuesto para los derechos humanos; b) paquetes de estímulo fiscal y protección social; c) ingreso básico universal de emergencia; d) licencia por enfermedad remunerada y seguro de empleo; y e) garantizar acceso a herramientas digitales.
En suma, es importante que los gobiernos diseñen líneas de acción durante y tras la estabilización de la pandemia, para tal efecto se deben priorizar en las regiones y los sectores productivos que más aportan a la actividad económica y al número de empleos, con el objetivo rector de reaperturar paulatinamente la economía de las entidades federativas y del país.
El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora.
@EspejelJoel / joel.espejel@unison.mx