Ser actor, el sueño de muchos
Para quienes piensan que convertirse en actores los volverá famosos y de “pilón” millonarios, déjenme decirles que la realidad es otra, aunque tampoco es imposible lograrlo, implica mucha constancia y un gran esfuerzo que no todos están dispuestos a dar.
No, no todo es color de rosa, primero tienes que formarte como actor y una vez que concluyes tus estudios tienes que “picar piedra” por aquí y por allá, acudir a castings que duran horas y a los que por cierto, acude una gran cantidad de personas que hablando de manera sincera, en ese momento son tu competencia.
Más allá del talento, es innegable que conocer a alguien que te pueda contactar con la gente indicada para incursionar en el mundo de la farándula o tener un apellido conocido, te pondrá uno o dos escalones arriba que el resto de los mortales.
La situación se complica para quienes viven lejos de aquellas ciudades donde se realizan los cástines o las grandes producciones, ya que además de competir con los cientos o miles de aspirantes, entra en juego la cuestión económica, como lo es la renta u hospedaje, alimentación, transporte, etc.
Otra de las cuestiones a resaltar, es que son muchos los alumnos que anualmente egresan de las licenciaturas o academias de arte dramático que hay en el país, y por ende, no todos tienen la oportunidad de trabajar arriba de un escenario o de participar en alguna producción cinematográfica o televisiva.
A quienes bien les va, logran acomodarse como docentes de actuación en alguna escuela, ya sea formadora de actores o algún colegio particular, porque en escuelas públicas es un poco más difícil que contraten a un egresado de actuación.
Los más emprendedores forman alguna compañía teatral, como algunas de las que hay aquí en Sonora, pero a quienes les llevó tiempo consolidarse, toda vez que no es fácil mantenerse en el gusto del público y en ese sentido tienen que ser muy innovadores.
Sin mencionar nombres, aquí en Hermosillo hay compañías o personalidades del teatro regional que con base en el trabajo realizado y en la calidad de sus montajes, ya tienen un público cautivo.
Ser un buen histrión no tiene que ver con la fama o el dinero generado, ya que la calidad interpretativa se demuestra con el trabajo realizado, ya sea arriba de un escenario o en alguna producción. Incluso hay muchos actores, de los que llaman independientes, que les satisface más lograr un proyecto personal que la cuestión económica.
Cualquiera que sea el caso, ser actor no es tan fácil como se escucha, hay veces que durante el llamado, pasa hambres, soporta también las inclemencias del clima, desveladas o mañaneadas y un sinfín de situaciones y no, no siempre es bien remunerado, empero, no hay que perder la esperanza y tampoco hay que quitar el dedo del renglón.
El autor es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora, también es actor.
Twitter: @BenjyBar