Sí a la cultura de la denuncia
Si bien es cierto que durante los últimos años se ha incrementado la cultura de la denuncia en la sociedad, todavía hay quienes prefieren callar antes que denunciar algún ilícito o en su caso hacerse de “la vista gorda” si es que se enteran de algo.
En ese sentido, las autoridades constantemente hacen hincapié para que denuncien esos delitos o aquellas problemáticas que tanto les aquejan en sus entornos, pero siendo honestos, para muchas personas no es tan fácil denunciar porque entran en juego diversos factores, uno de ellos y quizá el más común: el miedo.
Sí, el temor de verse involucrados en determinada situación o peor aún, sentirse intimidados por los agresores o por quienes están a cargo de esos “tiraderos” o lugares de corrupción y que “presos” del miedo, no pueden denunciar.
No obstante, el no denunciar bajo la idea de “proteger” a sus familias resulta contradictorio, pues para que haya tranquilidad debe combatirse y erradicarse la delincuencia.
Además del miedo a las represalias, en muchas personas existe todavía desconfianza hacia las instituciones encargadas de la procuración de justicia, en el sentido de que creen que no se les resolverá nada y que sólo perderán el tiempo.
Aunado a eso, hay quienes piensan que existen elementos que pueden estar coludidos con los delincuentes y es precisamente en eso, en recobrar la confianza de los ciudadanos, donde las autoridades tienen que trabajar.
Para eso, corporaciones como la PESP y también en algunos municipios de la entidad han incluido agentes de proximidad a sus filas, el cual se asemeja a ese policía de barrio de antaño, que como su nombre lo dice, está más cercano a la gente.
Otra de las ventajas que los ciudadanos tienen hoy en día es que lo pueden hacer de manera anónima a través de la línea 089, donde pueden denunciar extorsiones y también esos tiraderos clandestinos que tanto afectan a la sociedad.
Quizá sean más las causas que llevan a una persona a tomar la decisión de no denunciar, algunas muy personales, pero es importante que siempre se denuncie porque de lo contrario los delincuentes seguirán haciendo de las suyas y andarán libres, causando daño a diestra y siniestra.
Hay que recordar que, si no hay conocimiento de tal o cual delito, poco podrán hacer las autoridades para castigar a los responsables y en consiguiente, para trabajar en la prevención de esos delitos.
La denuncia es muy, pero muy importante y como integrantes de una sociedad tenemos que hacerlo. Debemos perder el miedo y hacerle frente a la delincuencia, porque de lo contrario siempre seremos “rehenes” de la delincuencia y siempre estaremos sometidos a los malos y es precisamente con lo que tenemos que acabar, con la maldad.
Tenemos que dejar también esa apatía cuando somos testigos de algún suceso que, aunque de primera mano no nos afecte en nuestro entorno, puede perjudicar a otras personas.
El autor es Lic. en Ciencias de la Comunicación egresado de la Unison, también actor.
Twitter: @BenjyBar