Soluciones basadas en la naturaleza
¿Qué son las soluciones basadas en la naturaleza?
Según definición de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), las soluciones basadas en la naturaleza son “acciones para proteger, gestionar de forma sostenible, y restaurar los ecosistemas naturales o modificados, que abordan los desafíos sociales de manera efectiva y adaptativa, proporcionando simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad”.
En palabras más generales, las “soluciones basadas en la naturaleza” es un término que se puede utilizar para describir cómo se puede abordar, con enfoques alternativos o no tradicionales, problemas ambientales tales como inundaciones, escasez de agua o erosión del suelo, entre otras, mediante el aprovechamiento sustentable del capital natural.
El método tradicional para afrontar la situación es el desarrollo de infraestructura, y se considera “gris”, porque involucra solamente construir estructuras artificiales, mientras que las soluciones basadas en la naturaleza abarcan infraestructura natural, verde e integrada, combinando elementos de estos tres tipos.
Las soluciones basadas en la naturaleza se desvinculan de la construcción de diques, embalses, represas y sistemas de drenaje, por los cuales optaría un enfoque de infraestructura gris para ciertos riesgos climáticos.
En cambio, entre las soluciones basadas en la naturaleza se podría incluir, para estos mismos riesgos climáticos, restaurar y conservar los arrecifes de coral y los cinturones de manglares para mejorar la resiliencia a las inundaciones costeras, así como el aumento del nivel del mar, actuando como una primera línea de defensa para ayudar a disipar la energía de las olas; mejorar la vegetación para reducir los riesgos de deslizamientos de tierra; y crear áreas verdes permeables para ayudar a reponer las aguas subterráneas en regiones que enfrentan escasez de agua.
Cabe decir que, hasta la fecha, la adopción por parte del sector privado de soluciones basadas en la naturaleza para la infraestructura resiliente al clima en América Latina y el Caribe ha sido muy limitada, y por ende, se está aprovechando de forma muy limitada todo su potencial.
Esto es según los resultados de un estudio reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) donde se examinan las barreras y los factores que facilitan la adopción de soluciones basadas en la naturaleza por parte del sector privado en América Latina y el Caribe.
Este estudio es resultado del esfuerzo conjunto entre el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la consultora de resiliencia climática Acclimatise y el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del PNUMA, teniendo como objetivo principal crear conciencia sobre la gama de beneficios que las soluciones basadas en la naturaleza traerían a la región.
A toda luces una posibilidad más eficiente de desarrollo para la adaptación a los cambios climáticos que aumenta la resiliencia a los desastres y que estamos dejando de lado.
El autor es Ingeniero Bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias por el Tec de Monterrey.
gmontanop@yahoo.com