Bailan desde una galaxia muy muy lejana...
La galaxia se pinta de rosa para Ángel Acosta, integrante de la organización internacional Legión 501 de fans de Star Wars, quien acaba de presentar una coreografía de danza clásica basada en la icónica ópera espacial de George Lucas.
El sonorense relata para e Media, en el marco del Star Wars Day, que desde que se unió a la Legión 501 hace 11 años tenía la inquietud de combinar la con el universo de Star Wars, algo que no se había conseguido hasta ese momento, pero que la oportunidad no se dio hasta el pasado febrero cuando se convocó a un concurso de coreografías por parte de los talleres libres de la Universidad de Sonora.
"Convoqué a algunos alumnos, con jóvenes, niñas, etc., les platiqué la idea y les gustó la idea (...) Se trata de unas niñas que leen la historia de Star Wars y en el inter ven las cosas malas que hacen los villanos. Entonces a ellas no les parece y se meten en la historia. Van caracterizadas con color rosa y gracias a que ellas intervienen en la historia, vuelven a los personajes buenos, cambian todo", relató Ángel Acosta.
Para la idea, Ángel se basó en la historia detrás de la fundación Pink Force y el andriode R2-Katie, una réplica del famoso robot R2D2 pero en color rosa.
"Se trata de un robot que ayudó con su enfermedad a la hija del fundador de la Legión 501. Su nombre era Katie y lamentablemente falleció, pero este R2-Katie se dedicó a visitar hospitales y alegrar a niños enfermos. Fue tanto el impacto que se creó la fundación Pink Force. En todo el mundo hay como 20 unidades de R2-Katie (...) decidimos que la coreografía la dedicaríamos a Pink Force y a ellos les encantó", comentó.
La coreografía se presentó en el Foro de Artes de la Universidad de Sonora y tuvo muy buena recepción. Ahora, la intención de Ángel es que, de prestarse las condiciones y la oportunidad, se pueda presentar en distintos eventos.
"Mi intención era que esta coreografía pudieran verla otras personas, que se vea en redes o que nos comenzaran a invitar si las condiciones se dan. Obvio es difícil trazar los tiempos para los bailarines, pero se puede adaptar. Es una coreografía de cuatro minutos, sólo es cuestión de escribirnos en Sonora Trooper", destacó.