Alejandro Marcovich dará cátedra de rock en Hermosillo

Los amantes del rock en español en la capital sonorense podrán convivir con uno de los más grandes exponentes en la historia cuando Alejandro Marcovich presente su libro de memorias.
Especial / EXPRESO.

HERMOSILLO, SON.- Los amantes del rock en español en la capital sonorense podrán convivir con uno de los más grandes exponentes en la historia cuando Alejandro Marcovich presente su libro de memorias y pasar unas horas entre guitarristas el próximo 15 y 16 de marzo.

El ex guitarrista de Caifanes, que ha forjado una carrera en solitario como cantante, compositor, arreglista y productor, contó para EXPRESO los destalles sobre su próxima visita a esta ciudad y algunas de sus experiencias en sus 45 años de trayectoria.

“Llevaré algunos ejemplares del libro para quien lo quiera adquirir y hablaré de él. Ese mismo día voy a hacer un show de improvisación, voy a tocar con la guitarra eléctrica lo que vaya saliendo en el momento.

Y el 16 impartiré la Master Class exclusiva para guitarristas. Ahí están invitados a que pasen al escenario a tocar algo, para que yo les haga una revisión y les de consejos. Y los oyentes también aprenden. Yo estoy abierto a que charlemos de muchos temas”, afirmó el legendario músico.

Vida y música de Alejandro Marcovich

Su libro “Vida y música de Alejandro Marcovich” se editó a finales del 2015 y cuenta sus inicios en su natal Buenos Aires hasta su traslado a México a consecuencia del golpe de estado, el descubrimiento de la guitarra como forma de expresión y exploración creativa, los años de juventud y su ascenso meteórico como guitarrista líder de Caifanes, dando paso al reconocido y respetado músico que es hoy en día.

“Es un libro que tenía mucho tiempo pensando en escribirlo. En algún punto de mi vida me pareció importante escribir sobre mi proceso, mi desarrollo en la música, grabaciones de discos, mis experiencias y aprendizajes”, contó el autor que presentará en Hermosillo una edición corregida y revisada por él mismo.

Proveniente de una familia de artistas, Alejandro Marcovich mantiene su interés por el aprendizaje y su desarrollo como músico, y es este afán de exploración el que guía el motor de su vida y su obra.

“Mi carrera más que nada es de desarrollo, no la veo como una carrera totalmente comercial, sino de seguir aprendiendo, descubriendo cosas de la música y de mí mismo. Soy alguien que tiene una pasión por el descubrimiento, por la investigación, en el terreno que sea. Aplico ese espíritu en la música. Tiene que ver mucho con esa personalidad, como que la música es el pretexto para seguir desarrollando esa parte de Alejandro que le gusta la invención. En el barco de la música sigo descubriendo islas, continentes y aventuras”.

Una ilusión

Con tal bagaje a cuestas, Alejandro Marcovich en el año 2000 comenzó a dar clases en distintos puntos del país, codeándose de manera más íntima con sus fans y los jóvenes guitarristas que buscan desarrollar un estilo musical propio.

“Tenía la ilusión de aportar como músico, dentro del panorama del rock mexicano, desde mucho antes. Y finalmente me animé hace más de 20 años y desde entonces no lo he dejado. Es muy natural, muy orgánico y muy de corazón, porque yo no soy maestro de profesión. No soy alguien que tenga un título de maestro, pero tengo una carrera de 45 años, entonces me respaldan todas estas experiencias y, más importante, las ganas de compartir”.

“Eso es lo que me mueve”, continuó el músico. “Cuando veo a los chicos que tienen ilusión y están pensando en aprender ciertas cosas, yo pongo mi granito de arena. No es más que eso. Cada situación se vive y se disfruta como es. Cuando estoy en un salón de clases estamos tratando de encontrar un punto de encuentro, una comunicación que quizás no está al mismo nivel que cuando toco con músicos profesionales. Pero todo tiene un valor y todo se vive domo debe de ser”.

Formado en la Escuela Nacional de Música de la UNAM y en la Escuela Superior de Música del INBA, Alejandro Marcovich continuó estudiando en talleres de Jazz en Estados Unidos con los reconocidos guitarristas Joe Dorio y Jim Hall, lo cual le ayudó a ampliar su lenguaje musical y tener una audición más profunda en cuanto a escalas se refiere, herramientas que luego plasmaría en “El Nervio del Volcán”, uno de los discos más exitosos de Caifanes.

“El jazz es un poco más complejo que el rock, a mí me sirvió para ser un guitarrista y tener un diálogo más rico con las melodías. Entonces estás clases que doy es para acercarlos a mi formación, para que se den cuenta de que hay un universo más amplio que pueden enriquecer y que no se queden con lo mínimo, que es la famosa escala de blues y que muchos guitarristas no salen de ahí. Eso sí me preocupa”.

Busca renovarse

Por ello, Alejandro Marcovich busca renovarse constantemente y caminar por senderos que antes no hayan sido recorridos y no encasillarse en un sólo género, visión que también se ha manifestado en sus últimas producciones con su banda El Plan y que lo ha llevado a colaborar con artistas como Los Estrambóticos, Rita Guerrero, Las Ultrasónicas, Celso Piña, Leonardo de Lozanne, Los Amantes de Lola, entre muchos más.

“Lo importante es hacer música, y hacer música de calidad. Si puede ser original pues qué bueno. Si es ranchero pues será ranchero. Y si a los que hacen rock les molesta que hoy en día el reggaetón sea más importante en ventas y difusión, pues deberían de hacer algo al respecto y no quejarse. Las cosas suben y bajan. La música barroca existió en 1600 y 1700 y duró lo que tenía que durar, porque vino la música clásica y la quitó del mapa. Y así es la historia. La música cambia y cambia el gusto de la gente”.

Después de su visita a Hermosillo, Alejandro Marcovich continuará presentándose en otros lugares del país, compartiendo su experiencia con las nuevas generaciones y tocando al lado de otros que, como él, han colocado a la música como el centro de su ser.

“Este año en particular tengo la expectativa de grabar más cosas que en los años anteriores, entonces esperen por ahí sorpresas. Voy a hacer lo que suelo hacer, que es tocar, ya sea en solitario, y en ocasiones con otros músicos. Así se van combinando las actividades que conforman mi carrera. Los años normalmente se van en eso”.