Carlos Rivera pasa de los regaños a las disculpas
BUENOS AIRES, ARG.- "Come bien, cuídate, tápate", son las palabras que escucha Carlos Rivera cada que habla o se reúne con su mamá, a quien ve poco por los constantes viajes que realiza.
"La única que me regaña es mi mamá, siempre me dice: '¡tienes que comer!'. Y habla con las demás personas de mi equipo, les pide que me cuiden y les da recomendaciones, 'sí, sí, tiene que ver que el niño coma'", ríe.
Carlos no sólo es el consentido de su mamá, también de Huamantla, Tlaxcala, cuyo nombre siempre menciona para que todo mundo sepa de su ciudad.
"Siempre me he sentido muy orgulloso de mi tierra. Mucha gente es de allí y prefiere decir que es de otro lugar, cuando en Tlaxcala tenemos tanto para ofrecer y para dar", comenta en entrevista, antes de ofrecer el concierto 100 de su Guerra tour en el Hipódromo de Palermo.
"Ahora cada vez que tengo oportunidad de mencionarla, lo hago. Creo que no sólo en mi estado sino en todo el país estamos faltos de identidad, de sentirnos orgullosos de lo que tenemos, de nuestras tradiciones, de lo que hemos ganado, de nuestros antepasados.
Tlaxcala es el estado más chiquito de México y he visto que hoy hablan con mucho más orgullo y, si puedo hacer eso: hablar, inspirar, promover, con gusto lo hago", expresa Carlos sobre la tierra a la cual regresará para pasar las fiestas decembrinas.