Benny Moré: Un ícono cubano de la música latinoamericana

La exploración musical de ritmos que tuvo Benny Moré en su vida musical fue basta, porque no solo cantó mambos y batangas, sino también boleros y con "Como fue", se ganó el respeto de todos quienes aún tenían duda del talento del "Bárbaro".
Especial/EXPRESO

Benny Moré es una de los cantantes cubanos que más han influido en la cultura musical latinoamericana. Su tono de voz único le permitió convertirse en un icono no solo de su época, sino también en la actualidad, donde sigue siendo reconocido y valorado. Por eso, en su natalicio te contamos más sobre él.

Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez nació en Santa Isabel de las Lajas, Cuba, el 24 de agosto de 1919. A su tierra natal le cantó en muchos escenarios donde recordaba la belleza sus paisajes y de sus mujeres: "Lajas, tengo para ti/ Este, mi cantar sentido/ Siempre fuiste distinguido/ Por tus actos tan sinceros/ Tus hijos son caballeros/ Y tus mujeres, altivas/ Por eso grito: qué viva/ Mi Lajas con sus lajeros, lajeros".

Al igual que otros, comenzó a enamorarse de la música desde la infancia, donde aprendió a tocar la guitarra, incluso cuenta su madre que cuando apenas tenía seis años, logró fabricar un instrumento con el que deleitaba a todos los que veían en Bartolomé un talento innato.

Si bien comenzó cantando en bares y lugares pequeños, tras ganar un concurso de radio aficionado le llegó la gran oportunidad de incorporarse a las filas del Trío Matamoros, con quienes viajó fuera de Cuba y recorrió México, país que le dio mayor proyección a su carrera gracias a los lugares donde cantaba y a los contactos que hacía.

El Trío Matamoros no fue el único conjunto que se engalanó con la prodigiosa voz del "Bárbaro del ritmo", también cantó en las orquestas de Mariano Mercerón, Pérez Prado y Bebo Valdés.

Con "El rey del mambo" grabó éxitos como "Anabacoa", "Locas por el mambo", "Viejo cañengo", "El suave", "Que cinturita", "María Cristina" y "Pachito eche". Fue también a lado de Pérez Prado que incursionó en el cine, interpretando sus canciones.

Para 1952 regresó a su natal Cuba, donde grabó "Bonito y sabroso", una de sus canciones más representativas y que son un himno para las mujeres mexicanas quienes demuestran que bailan el mambo igual que las cubanas.

El 19 de febrero de 1963 se anunció la muerte del Benny, a consecuencia de una cirrosis hepática que lo aquejaba desde hacía años. Incluso cuando su estado de salud era grave, continuó viajando para sus presentaciones que se hicieron leyenda pues muchos afirman que la última ocasión que Benny Moré cantó, lo hizo como nunca, como si supiera que esa sería la última ocasión en la que estaría sobre un escenario, haciendo lo que más amaba.

Su muerte dejó un gran vacío que nadie más logró llena. Músicos y cantantes consideran que tras la pérdida de Benny Moré se fue con él toda una era de la que fue indiscutiblemente el rey, el único y verdadero "Bárbaro del ritmo".