Hernán del Riego visitó Hermosillo para compartir su experiencia con jóvenes
Hernán del Riego visitó Hermosillo e impartió un taller para el grupo Antares Danza Contemporánea, esto en el marco de la decimosegunda edición de los cursos Núcleo de Verano.
El actor de Repartidores de muerte (1993), Cristeros y Federales (2011), Fantasma (2010), Juana Inés (2016), y Un Extraño Enemigo (2018), entre otras series y largometrajes, afirmó estar agradecido de visitar nuevamente la capital de Sonora para compartir su experiencia con las nuevas generaciones de artistas.
"Este taller se estaba gestionando hace varios años, pero lo difícil fue hacer coincidir ambas agendas y por fin en esta ocasión ya se logró gracias al apoyo del Instituto Sonorense de Cultura, la Universidad de Sonora, el Instituto Municipal de Cultura y Arte, y el programa Mega”, expresó el oriundo de la Ciudad de México.
Una amplia carrera
Además de la actuación, Hernán del Riego se desarrolla en la música, pedagogía, como director de escena y otras expresiones artísticas.
A pesar de expresarse de diferentes formas en el mundo artístico, la música fue su primer amor, y aplica la metodología para enseñar sobre esto con todo su cuerpo, esto gracias a su madre, quien le dio las herramientas iniciales para crear su propio sistema.
"Comencé a la par la actuación y el canto, y gracias a lo que había aprendido con ella formé mi propio sistema y gran parte de mi trabajo de pedagogía musical y actuación se enfoca en enseñar música a actores, bailarines, o no músicos”, explicó.
La actuación llega a su vida a los 18 años a través del teatro, sin embargo fue hasta los 28 que obtiene un papel destacado en un festival Cervantino.
"Yo vivía dando clases de música, y con la noticia del nacimiento de mi hijo decidí retomar la actuación porque no quería ser un padre que le dijera a su hijo las cosas que pudo haber hecho y no hizo”, recordó.
Idas y vueltas
Desde entonces su vida como actor lo llevó a múltiples festivales por todo el país y otros lugares del mundo; acumuló prestigio y reconocimiento gracias a su histrionismo y la versatilidad actoral entre lo cómico y lo trágico.
Sin embargo, a los 40 años de edad Hernán decidió retomar la música y pasar del teatro a la actuación en cine y televisión.
"Me fui de la Ciudad de México a Tijuana para concentrarme como cantante durante 10 años y después a los 50 decidí volver a la actuación pero ya al cine y a la televisión motivado por el nuevo movimiento y Antonio Nuñez de Miranda, confesor de Sor Juana Inés en la serie de Netflix Sor Juana, fue mi primer papel en la gran pantalla”, manifestó.
Desde entonces ha interpretado personajes memorables en el cine y las series de televisión. Considera que el cine llegó a su vida en la edad correcta, en la que mezcla experiencia y todavía juventud.
Considera que México es una cantera de grandes actores y actrices a nivel mundial, y que junto a Argentina tiene la mejor escuela de actuación de Latinoamérica. A las nuevas generaciones de artistas les aconsejó nunca desesperarse por un papel y continuar trabajando día a día con el cuerpo y la mente.