Otis no distinguió filias políticas
Demandar que en el Presupuesto 2024 se etiqueten recursos para atender los daños causados por el huracán es tan explicable como incomprensible que a sus promotores se les descalifique por sus probables filias políticas.
Andrés Manuel López Obrador anda en estos días con más ganas de pelear que de costumbre y ayer descargó contra el puñado (quizá 200) de acapulqueños que desde anoche acampan en la Plaza de la Constitución.
“Estamos garantizando la libertad de que todo mundo se exprese, se manifieste, pero también decir que hay mucho oportunismo, politiquería, porque algunos de los que vienen en la marcha, pues son de los partidos que están en contra de nosotros. No estoy inventando nada, no estoy levantando ningún falso. Quien convocó, entre otros, fue este señor Naranjo, del PRD, y otros simpatizantes de la señora Xóchitl Gálvez…”.
¿Y por sus probables filias políticas no merecen ser atendidos?
Los descalificados partieron el domingo de Acapulco en una caravana vehicular. Entre ellos figuran prestadores de servicios del célebre Mercado de Artesanías que operaba frente a la glorieta La Diana, en el centro de la costera Miguel Alemán; habitantes de colonias de los cerros que abrazan la bahía, donde la gente más pobre tenía sus endebles chozas y a donde no ha llegado, afirman, el apoyo para el retiro de toneladas de basura y escombro ni el abasto de agua potable, lo cual amenaza con generar una crisis de salud pública. Los acompaña Óscar Athié, el cantautor radicado en Acapulco y afamado por su labor altruista por los más humildes y gran promotor turístico bien relacionado con los empresarios del ramo en su comunidad.
Pero el Presidente no los mencionó a ellos, sino a “este señor Naranjo”, que no es otro que Guadalupe Acosta Naranjo.
Supone que todo responde a un plan para lastimarlo a él y a su inmaculado movimiento.
En redes, el aludido dice que la noticia de la caravana lo tomó en Sinaloa, a donde acudió el 2 de noviembre para visitar la tumba de su madre (y de ahí se fue a Nayarit).
Los reflectores apuntaron también a un político local llamado Ramiro Solorio, exmilitante del PRI, del PRD y dicen que de Movimiento Ciudadano: un personaje peculiar conocido por liderar causas de lo más variado y a quien en Acapulco lo conocen como el "Brother".
En las redes hay testimonio de que, horas antes de pegar Otis, Solorio y su esposa se la pasaron visitando a sus paisanos en las cañadas indebidamente pobladas. O sea, haciendo lo que ninguna autoridad fue capaz de hacer.
Sorprende que AMLO condene a quienes, activistas políticos o no, reclaman auxilio en casos de desastre, pues lo hizo en las inundaciones en Tabasco y hasta en la invención de un fideicomiso de su partido para repartir dinero, en plena campaña electoral, entre damnificados del terremoto del 19 de septiembre de 2017.
Tan bíblico que suele ser cuando intenta darse a entender, debiera recordar lo pernicioso de sólo ver la paja en el ojo ajeno…