Dos ecocidios ante Alicia Bárcena
La titular actual de Relaciones Exteriores y próxima secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, heredará dos grandes problemas ambientales en Quintana Roo y uno de ellos pondrá a prueba la relación entre Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador: el de la minera Calica y las obras del Tren Maya.
Del primero dijo el viernes que como subsecretaria de Ecología (1982-1986) “me tocó abandonar ese cargo en contraposición con un proyecto que me toca nuevamente quizá enfrentar, que es el de Calica…”.
Respecto del segundo, uno de los activistas más representativos y respetados de Sélveme del tren, el buzo José Urbina Bravo, dijo ayer en Aristegui Noticias:
“La doctora Bárcena debe encontrar en nosotros, no a opositores que la contradicen con palabras vacías o motivos políticos, sino aliados. Nuestros conocimientos, nuestra información, están a su disposición para detener este proyecto que además es ilegal (…). Si todos estamos de acuerdo en que Calica es un ecocidio; el tren en la selva maya sobrepasa por mucho, pero por mucho, el daño causado por Calica…”.
Recordó que en el terreno judicial “hay dos suspensiones definitivas en el tramo cinco y en el siete que no se respetan y están evadiendo con una argucia legal. El gobierno actual ha decidido ser completamente indiferente a la ley. Se siente por encima de ella. Si hubiera escuchado a los especialistas en la materia, este ecocidio se hubiera evitado, así como si hubieran escuchado a la doctora Bárcena se hubiera evitado el desastre de Calica. Está ahora ella a tiempo para detener esta obra, cuyos daños son, en su mayoría, irreversibles”.
A los ambientalistas les preocupa el impacto negativo de las obras en los cenotes y la selva en los tramos Cinco, Seis y Siete: 111 kilómetros del aeropuerto de Cancún al de Tulum, 256 de éste al de Chetumal y 254 al de Escárcega, Campeche.
Sobre Calica (poco más de dos mil 400 hectáreas y filial de Vulcan Materials Company), que exporta anualmente a Estados Unidos seis millones de toneladas de piedra caliza, el presidente López Obrador anunció en octubre:
“Antes de que yo me vaya se les va a depositar en un juzgado los seis o siete mil millones de pesos y vamos a emitir el decreto para destinar toda el área a la protección del medio ambiente (…). No me voy a ir sin resolver esto (…). Que se declare zona natural protegida y se les pague, de conformidad con la ley, la indemnización correspondiente; se declara área natural protegida por decreto…”.
Pepe Tiburón (como también se le conoce), con números de la Semarnat, ilustra la dimensión de lo que Bárcena enfrentará:
“Calica devastó 926 hectáreas de la zona maya. Un cantidad enorme para una mina”, pero “solamente en el trazo del Tren Maya que va de Cancún a Tulum, con 60 a 90 metros de ancho, tenemos más de mil 100 hectáreas de deforestación. Si se le suman los tamos seis y siete, superan las dos mil 400 hectáreas de devastación. Calica se tardó 36 años, el tren solamente dos…”.