Nunca flirtear con paramilitares
Andrés Manuel López Obrador corrigió a tiempo un peligroso modo de buscar la “pacificación del país” de que tanto hablaba como presidente electo.
Por implicar beneficios para los criminales, aquello de reconciliación, perdón, legalización y amnistía fue echado abajo por los deudos de decenas de miles de víctimas del crimen organizado que participaron en airados “foros de consulta” en los primeros meses del sexenio, donde la indignación colectiva impidió que se realizaran todas las “consultas” que la Secretaría de Gobernación había previsto.
A mediados de 2019, un subsecretario convencido de que valía la pena “no estigmatizar” a nadie, perfiló acuerdos con grupos de “autodefensas” pese a que se le advirtió que solían estar ligados a la narcodelincuencia.
Ricardo Peralta es el exfuncionario que perdió el cargo luego de que el Presidente lo descalificó por haberse entrevistado con los paramilitares de La Huacana, Michoacán y con el líder de la Columna Armada o Brigada Cívica Pedro J. Méndez, Octavio Leal Moncada, quien (al igual que su hijo del mismo nombre) fue capturado este martes en Monterrey como probable responsable de un par de homicidios en un ejido de Hidalgo, Tamaulipas.
(La detención provocó la movilización -entre 130 y 150 vehículos- de integrantes de la facción identificada con el Cartel del Golfo: mujeres y hombres armados y encapuchados que cerraron la carretera Victoria-Linares, exigiendo la liberación).
AMLO desacreditó así a Peralta:
“Ya se habló del asunto en el gabinete de Seguridad y se le ha pedido que se ajuste a lo que establece la Constitución y las leyes…”.
El encuentro con Leal se dio el 1 de agosto en la cabecera municipal de Hidalgo, no obstante que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca había prevenido a Peralta sobre lo peligroso de reunirse con quienes agreden a balazos a los pobladores de la región, amenazados y despojados de sus tierras desde hace al menos tres años (provocando que cientos de familias abandonen sus hogares).
También el entonces mandatario de Michoacán, Silvano Aureoles, reprobó la asistencia de Peralta a La Huacana.
El exsubsecretario decía que su actuar formaba parte de las acciones de la Federación “para recuperar” regiones del país “que han sido estigmatizadas”.
Y enfatizaba:
“Tenemos que dejar de estigmatizar a poblaciones enteras. El hecho de que hayamos acudido a La Huacana, que hayamos estado en Hidalgo, Tamaulipas (responde a que), bajo ninguna circunstancia, debemos continuar con esa estigmatización porque estamos revictimizando a una población entera…”.
La peligrosidad del jefe de la Columna Armada o Brigada Cívica era tal que su aprehensión fue coordinada por las fiscalías de Nuevo León y Tamaulipas, de la República, la Procuraduría General de Justicia Militar y las policías ministeriales de ambos estados.
Por fortuna, con Peralta despedido, la titular a la sazón de la Segob, Olga Sánchez Cordero, dijo que AMLO fue tajante: “que no volviera a suceder” ese tipo de encuentros...