El cártel de los ‘maistros’

El cártel de los ‘maistros’, escribe Carlos Marín en #ElAsaltoALaRazón.

Con la eufemística Coordinadora Nacional de ‘Trabajadores’ de la Educación, para que funcione como mejor se pueda la enseñanza pública, al gobierno de la “4T” le pasa lo mismo que cuando sugirió la peregrina probabilidad de alcanzar acuerdos con las bandas del narcotráfico para lograr la dizque “pacificación” del país: no tiene manera de arreglarse.

Desde que nació (finales de los años 70), la disidencia magisterial dejó claro que ninguna dirigencia sindical, como tampoco algún gobierno, podía llegar a nada respetable con una agrupación esencialmente abusiva, chantajista y rijosa, cuya táctica es la permanente movilización en pos de conquistas falsamente “laborales”, donde la calidad educativa de los profesores y de sus desafortunados alumnos ha sido siempre lo de menos.

Pese a que se ostenta “democrática”, la marrullera CNTE ha sido incapaz de alzarse democráticamente con el liderazgo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, pero tiene en su poder a la mayoritaria Sección 22 de Oaxaca (más de 70 mil afiliados) y algunas de menor membresía (ninguna más de 20 mil) en Michoacán, Guerrero, Chiapas y Ciudad de México.

Cuenta con alrededor de 150 mil activistas mal capacitados para impartir educación y es obvia minoría frente al millón 100 mil o algo más de profesores del sistema público de enseñanza, pero su más de 10% del total es un conglomerado que recurrentemente pone a prueba la resistencia del Estado mexicano.

En estos días, por ejemplo, con un plantón en la Plaza de la Constitución de la facción michoacana exigiendo la irracional asignación automática de plazas.

Y la advertencia de la oaxaqueña y sus franquicias estatales de no acatar el plan de educación a distancia impuesto por la pandemia que la SEP echará a andar el lunes 24 de agosto con apoyo de las televisoras y radiodifusoras del país y del magisterio nacional.

Dada como es a victimizarse, la CNTE inventó la patraña tragada por el morenismo de que la reforma educativa del gobierno anterior era “punitiva”.

Por eso la contrarreforma vigente que, sin embargo, conservó en la letra la prohibición de regalar plazas.

A los plantados en el Zócalo, la Unidad de Asuntos Jurídicos y Transparencia de la Secretaría les aplicó lo que me dijo hace una semana (“El Asalto”… en tv) Esteban Moctezuma:

“La Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos y la Ley para el Sistema de Carrera de Maestros establecen con toda claridad que la admisión al sistema educativo se realiza mediante concursos transparentes, no es un asunto de negociación sino de aplicar lo que mandata la ley”.

Peñanietazo, pues, al menos en lo formal (desapareció el autónomo Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación).

Sobre las clases electrónicas y cibernéticas, a diferencia de todos los profesores dignos, los “maistros” de la CNTE harán, como siempre, lo que se les dé la gana para garantizar que las niñas y niños expuestos a su temible poder acusen el peor índice de aprovechamiento escolar…