Guatemala se aplica, aquí en la baba
La policía guatemalteca ya capturó a 13 polleros, incluidos cinco policías probablemente relacionados con mexicanos en el tráfico de personas y específicamente las que fueron retacadas en la caja del tráiler que volcó el jueves provocando 56 muertes y algo más de un centenar de lesionados.
Milenio informó ayer que “entre los capturados están Herlyn Salguero y Francisco Salguero, quienes pueden tener conexión” con delincuentes en Chiapas que viven de expoliar a quienes, desde Centroamérica y otras regiones del mundo, escapan del hambre y la violencia.
Simultáneamente, los gobiernos de México, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Ecuador y República Dominicana instalaron el lunes lo que llamaron Grupo de Acción Inmediata (que se anunció el viernes) “para dar con los responsables de la tragedia”, o sea las bandas que desde hace muchos años operan en esa zona continental sin que los gobernantes implicados acordaran con oportunidad trabajar de manera conjunta.
En rigor, el nombre debiera ser de acción tardía porque el de los migrantes es un viejo drama en que lo evidente ha sido el desinterés de las autoridades de esos países por desmantelar a las organizaciones de la delincuencia organizada dedicadas a ese giro criminal.
Pero los polleros no son los dos o tres malhechores que suelen acompañar a los migrantes en su viacrucis entre las fronteras norte y sur de México. Trabajan con la complicidad de enganchadores, choferes y empresas de transporte de carga, así como una telaraña de servidores públicos (policías municipales, estatales y federales; agentes migratorios, militares, jueces y secretarios de juzgado) tanto guatemaltecos como mexicanos.
Desde el domingo, informó el Gobierno guatemalteco, su Policía Nacional “llevó a cabo operativos en los departamentos de Izabal, Xela, Petén, Rabinal y Cubulco, donde detuvieron a 13 presuntos integrantes de una red de traficantes”, dice la nota de Milenio.
¿Y el Gobierno mexicano qué?
Hasta donde van las cosas, aquí todos se lavan las manos.
¿Cómo fue posible que el tráiler de la muerte no fuera detectado por los retenes que circuló antes de volcarse?
Se resalta como causa el “exceso de velocidad”. El comandante de la Guardia Nacional afirmó que ese vehículo no pasó por algún retén. Y el presidente López Obrador dijo que la tragedia impone que el problema migratorio, prácticamente, lo resuelva el Gobierno estadounidense.
¿Y los mexicanos que debiendo y pudiendo haberlo detectado no lo hicieron?
Más allá de los cuatro retenes que se niega y por los que muy probablemente pasó, ayer se reveló el video con la evidencia de que en la caseta de cobro de la carretera Chiapa de Corzo-Tuxtla ese tráiler cruzó ante dos camionetas estacionadas del Instituto Nacional de Migración y dos horas después pasó una más de la misma institución.
Ese punto es el más usado en el tráfico de personas que internadas por La Mesilla pero aquí en México, como en la vieja radioserie del Monge Loco, ¿nadie sabe, nadie supo ni nadie lo sabrá…?