Insensato matar el Seguro Popular
Hay que imaginar la consternada indignación de los ex secretarios del ramo cada que han escuchado la despreciativa opinión de que lo que ellos consideran “uno de los avances institucionales más importantes del sistema sanitario”, en el sentido de que “ni es seguro ni es popular”, sea condenado a muerte por la cuarta transformación, con la peregrina promesa de que todos los mexicanos tendremos dentro de cinco años un servicio “equiparable al de los países nórdicos”.
Gracias a ese programa, contabilizan, se han atendido “308 mil casos de enfermedades muy severas, que pudieron arruinar el patrimonio de 308 mil familias pobres de México” en solo seis años.
Andrés Manuel López Obrador se muestra sorprendido: “Hasta me extraña que haya gente, por falta de información, porque hay algunos que no lo hacen de mala fe, que defienda lo del Seguro Popular. Era lo más ineficiente que ha existido…”, afirmó ayer.
Entre esos defensores, ex secretarios federales de Salud, figura el doctor Julio Frenk, cuya sola opinión debiera bastar para que AMLO reconsiderara la eliminación del Seguro Popular y ordene a su partido abstenerse de presentar la insensata y exterminadora iniciativa en el Congreso.
Alguien debiera enterarlo de que Frenk es médico cirujano (por la UNAM), con maestría en Salud Pública (en la Universidad de Míchigan) y autor de una treintena de libros y monografías. Que hace 20 años fue designado Director Ejecutivo de Investigación e Información para las Políticas de la Organización Mundial de la Salud (ONU) en Ginebra. Que en su gestión como secretario de Salud con Vicente Fox se fundó la primera agencia regulatoria de salud en México: la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, y que en dos ocasiones ha sido candidato a la Dirección General de la OMS. Que es consejero de la Fundación Bill & Melinda Gates y que Carlos Slim Helú lo nombró director general del Instituto Carso de la Salud. A partir de enero de 2009, esta eminencia es decano de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad Harvard, y en 2015 se anunció que sería el sexto y primer presidente hispano de la Universidad de Miami.
¿Qué miserable (o “neoliberal”) interés puede tener él o cualquiera de los otros firmantes de la carta de alerta (Salomón Chertorivski, Guillermo Soberón Acevedo, José Ángel Córdova Villalobos, Mercedes Juan López y José Narro) para sostener que es un “error” impulsar la desaparición del SP, porque “anularía uno de los avances institucionales más importantes de del sistema de salud mexicano en este siglo”?
El sentido profundo de Seguro Popular es, recuerdan, “evitar el empobrecimiento de las familias ante la eventualidad de una enfermedad muy grave, como el cáncer o el VIH/SIDA”. Por eso sugieren mejorar la propuesta de reforma de Morena “por encima de prejuicios ideológicos o agendas partidistas”, a fin de “evitar errores que resulten en una regresión…".