Por fin: oferta y demanda sanitaria
La polémica por el anuncio de la innecesaria contratación de 500 médicos cubanos ha dado frutos que merecen celebrarse porque, a) ya rectificó el presidente López Obrador diciendo el viernes y reiterando ayer que primero se les dará trabajo a los mexicanos, y b) se lanzó la convocatoria para que sean ocupadas 13 mil 765 vacantes.
“Vamos a llenar con los médicos mexicanos hasta donde se pueda”, dijo AMLO no sin pesimismo: “Pero sabemos que no vamos a tener, desgraciadamente, todos los especialistas que requerimos, sobre todo en la montaña de Guerrero. Lo vamos a poder constatar porque vamos a ver cuántas plazas se ocuparon”, y reconoció que “hay mucha gente en el sector salud con dimensión social, con mística, que no le importa que le toque ir a un hospital en la Selva Lacandona o la Sierra Tarahumara, pero hay otros que piensan que su mundo es el de la esfera en que se desenvolvieron y que no existe el resto del país”.
Cierto, pero la canija condición humana es así: no es fácil que quienes han invertido tres lustros de su vida en especializarse se resignen a ir a donde sea sin garantías de paga digna y estancia segura para su integridad física y la de su familia.
Siendo encomiable la reconsideración presidencial y la bolsa de trabajo, el problema sigue siendo que se parte de un pésimo diagnóstico, fundado en desinformación y prejuicios ideológicos.
Como lo dijo la semana pasada (en El asalto… de Milenio tv) el doctor Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina de la UNAM, y en su tuit de ayer: “México necesita un modelo de atención operado por médicos generales y el mejoramiento de las determinantes sociales. Los problemas de salud NO se solucionan con la contratación de médicos especialistas. Qué bueno que los van a contratar, pero enfrentamos un mal diagnóstico y un mal tratamiento”.
Y es que, por perfectible que sea, el sistema de salud siempre necesita de más recursos económicos y humanos y ahora está en su peor crisis institucional desde 1943 y será titánico reconstruir lo que ha sido chatarrizado en estos tres años y medio.
El Gobierno enfatiza la insuficiencia de especialistas, pero lo que la población requiere son médicos de primer contacto cuyo trabajo permite tener mejores referencias y contra-referencias a los centros de alta especialidad.
Piénsese en un cirujano cardiovascular o un pediatra con 14 años de formación yéndose, por unos cuantos pesos, a lugares apartados en donde lo que se demanda son médicas y médicos elementales que canalicen los casos a las clínicas de especialidades mejor capacitados.
El anuncio de ayer dará la verdadera talla de la oferta y la demanda.
Lo ideal es que no se tenga que recurrir a personal extranjero, y menos al del sistema cubano en que no son sus médicas y médicos, sino sus gerifaltes en La Habana, quienes se quedan con la mayor parte de la paga. Una erogación que México, honrando la prédica de austeridad, se puede ahorrar…