El ocaso de la democracia
En su libro El ocaso de la democracia, Anne Applebaum analiza el progresivo deterioro de las instituciones democráticas en occidente, destacando el papel de las élites políticas e intelectuales en este proceso.
Para la autora, el declive de la democracia no es consecuencia directa de crisis económicas o sociales, sino de un fenómeno más complejo: la polarización política y cultural alimentada por la traición de ciertos líderes e intelectuales que han abandonado los valores democráticos en favor de agendas autoritarias.
Applebaum describe cómo antiguos aliados en la defensa de la democracia liberal han pasado a promover discursos xenófobos, homofóbicos y conspiranoicos, rompiendo alianzas y amistades del pasado.
En países como Polonia y Hungría, partidos como Ley y Justicia (PiS) y Fidesz han implementado estrategias dirigidas a consolidar el poder: el control de los medios de comunicación, la manipulación de los sistemas judiciales y la difusión de teorías conspirativas que justifican sus acciones antiliberales. Estos gobiernos han logrado reconfigurar las instituciones públicas para servir a intereses partidistas y personales, debilitando principios como el Estado de derecho y la independencia judicial.
Un concepto central en el análisis de Applebaum es el de la "Mentira Mediana". A diferencia de las "Grandes Mentiras" de los regímenes totalitarios del siglo XX, las democracias iliberales modernas recurren a narrativas que, aunque no completamente desconectadas de la realidad, construyen una percepción distorsionada del enemigo político.
Estas narrativas, habilitadas por el control de los medios y las redes sociales, fomentan la desconfianza hacia las élites tradicionales y refuerzan una visión autoritaria del poder.
Para la escritora, este fenómeno también refleja un descontento más amplio con los sistemas meritocráticos y competitivos, percibidos por algunos como corruptos o excluyentes. En este contexto, líderes autoritarios presentan un "nuevo orden" basado en la lealtad personal y en narrativas nativistas, prometiendo corregir las injusticias del sistema actual. Sin embargo, esta búsqueda de poder suele estar motivada más por resentimientos personales y ambiciones frustradas que por una verdadera ideología política.
La autora concluye que la democracia no está garantizada y puede desmoronarse en cualquier sociedad bajo las condiciones adecuadas. Sin embargo, este declive no es inevitable.
Applebaum hace un llamado a revalorizar los principios del pluralismo, la transparencia y la legalidad y a enfrentar las narrativas autoritarias con un compromiso renovado hacia la defensa de las instituciones democráticas.
El libro es, en esencia, una advertencia urgente sobre los peligros del autoritarismo y una reflexión sobre cómo preservar la democracia en un mundo cada vez más polarizado.
Ante los tiempos que vivimos en el mundo y nuestro país, juzgue más pertinente darle la palabra a Anne Applebaum para reflexionar y repensar lo que nos esta pasando.