¿Es el decrecimiento económico una alternativa?
El crecimiento económico, que durante mucho tiempo fue el objetivo principal de los países, ha sido objeto de preocupación debido a sus efectos en el deterioro ambiental, la desigualdad y la concentración del ingreso. En respuesta a esto, han surgido voces que proponen repensar el crecimiento económico como el principal indicador de éxito y sugieren el decrecimiento económico como alternativa.
La viabilidad del decrecimiento económico no puede evaluarse únicamente mediante cifras y datos tradicionales de crecimiento económico, ya que se aleja de la obsesión por el PIB como medida principal de progreso. En cambio, se enfoca en indicadores más amplios de bienestar humano, equidad social y sostenibilidad ambiental.
Existen cifras y datos que respaldan la necesidad de reconsiderar el paradigma de crecimiento ilimitado:
- Huella ecológica: Esta medida muestra cómo actualmente consumimos recursos a una tasa insostenible. Según Global Footprint Network, la humanidad utiliza el equivalente a 1.6 planetas Tierra cada año.
- Desigualdades sociales: A pesar del crecimiento económico, las desigualdades sociales persisten. Por ejemplo, el informe de Oxfam sobre desigualdad global indica que el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante.
- Degradación ambiental: El crecimiento económico desmedido ha contribuido a la deforestación, contaminación del aire y agua, pérdida de biodiversidad y cambio climático. Estos impactos tienen costos significativos para la sociedad, como la salud, seguridad alimentaria y estabilidad climática.
- Bienestar subjetivo: A pesar del aumento del PIB, los niveles de bienestar subjetivo no han aumentado en la misma medida, lo que sugiere que el crecimiento económico no garantiza una mejora en la calidad de vida de las personas.
Si bien estos datos no demuestran directamente la viabilidad del decrecimiento económico, respaldan la necesidad de cuestionar el paradigma de crecimiento ilimitado y buscar alternativas que promuevan la sostenibilidad ambiental, equidad social y bienestar humano a largo plazo.
El decrecimiento económico busca reducir la escala de la actividad económica para promover la sostenibilidad ambiental, equidad social y bienestar humano. Propone principios como la reducción del consumo excesivo, mejora del bienestar humano, equidad social y sostenibilidad ambiental.
No propone una reducción indiscriminada en todas las áreas de la economía, sino una reevaluación de prioridades hacia modelos económicos más resilientes y sostenibles. Esto puede implicar políticas como la reducción de la jornada laboral, redistribución del trabajo e ingreso, promoción de formas de producción y consumo más locales y sostenibles y, fomento de cooperación y solidaridad entre personas y comunidades.
En conclusión, el decrecimiento económico plantea una alternativa viable al modelo económico convencional, al enfocarse en la sostenibilidad, equidad y bienestar humano en lugar de la maximización del crecimiento económico. Su viabilidad radica en la capacidad de reorientar nuestras prioridades económicas hacia un modelo más justo, equitativo y sostenible.
MARCO A. PAZ PELLAT
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