Crece Internet sin productividad
El mundo digital ha terminado por dominar el mundo físico, el real. Hoy, prácticamente todas las actividades humanas están impactadas por la tecnología en general y, muy probablemente, por las plataformas sociales.
Por ello resulta fundamental saber cómo avanza el mundo y nuestro país en materia del uso de las tecnologías de la información, porque además de que dominan el mundo, se han convertido en un indicador de la competitividad y productividad de las personas, las empresas, las organizaciones, los gobiernos, las comunidades y los países.
De acuerdo con We Are Social y Hootsuite, somos actualmente siete mil 910 millones de habitantes a nivel mundial, de ellos cinco mil 310 millones (67.1% del total) tienen un celular, cuatro mil 950 millones (62.5%) pueden acceder a Internet y cuatro mil 620 millones (58.4%) a las redes sociales.
¿Cómo andamos en México? Para contestar esta pregunta vale la pena revisar los resultados de la Encuesta Nacional Sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (Endutih) 2021 (https://bit.ly/3IvVsfG), elaborada por el Inegi, que es el referente nacional.
En la Endutih resaltan los siguientes datos nacionales:
- 88.6 millones de personas están conectadas a internet, 75.6% del total.
- 91.7 millones de personas son usuarias de telefonía celular, 78.3% de la población de seis años o más, que es el objeto de este estudio.
- 37.4% de la población de seis años o más utiliza computadora. Llama la atención que, comparado con 2017, el uso de este dispositivo se redujo 7.8%.
- De los usuarios de internet, 74.8% eran mujeres y 76.5% hombres (de 6 años o más).
- El grupo de 18 a 24 años concentró la mayor proporción de usuarios: 93.4% de ellos usan Internet. Las personas de 55 años y más son las que menos usan internet: 42.4%.
El Internet sigue creciendo en nuestro país de manera sostenida, más allá de la pandemia que contribuyó a la tendencia. Los mexicanos utilizamos la red principalmente para comunicarnos (93.8%), buscar información (89.9 %) y acceder a redes sociales (89.8 %). Un dato interesante es el hecho de que la interacción con el gobierno por Internet pasó de 28% en 2017 a 42.3% en 2021.
El tiempo que los internautas pasan en promedio en la red es de 4.8 horas, un crecimiento marginal comparado con el año anterior. Una probable consecuencia de la pandemia y la decisión de que las clases de las escuelas fueran a distancia, es el hecho de que los usuarios que se conectaron a Internet desde su hogar aumentaron en 19%.
A nivel país, los estados con mayor porcentaje de penetración de internet son la Ciudad de México (88.3%), Baja California (86.8%) y Sonora (85.8%). Los de menor penetración son Chiapas (46.1%), Oaxaca (56.9%) y Guerrero (61.4%).
En cuanto a los hogares con acceso a Internet, los estados líderes con Sonora (86.2%) Ciudad de México (85.1%) y Baja California (79.1%). Los estados de menor penetración son Chiapas (30.8%), Oaxaca (39%) y Veracruz (51.1%). Las entidades federativas con mayor número de población con celular son la Ciudad de México (88.4%), Sinaloa (86.5%) y Baja California Sur (86.3%). Y los de menor penetración son Chiapas (55.6%), Oaxaca (63.8%) y Guerrero (67.3%).
Si nos comparamos con el mundo, mientras en Corea del Sur, Reino Unido, Suecia, España, Estados Unidos y Japón, nueve de cada 10 personas son usuarias de Internet; en México, la proporción es siete de cada 10 personas, cifra superior a las registradas en países como Colombia y Sudáfrica.
Más allá del uso forzado de las computadoras y los dispositivos móviles para tomar clases durante la pandemia, darle continuidad a la operación de la economía y que Internet se haya convertido en el único vínculo con las relación y gestión gubernamental, los datos de la Endutih 2021 nos dejan en claro un nivel desigual y poco productivo de las tecnologías de la información en el país.
En materia de desigualdad, destacan las diferencias en el acceso al mundo digital entre zonas urbanas y rurales, grupos etarios (más jóvenes, menos adultos mayores) y estados con mayor o menor desarrollo. Esto refleja la ausencia de una política pública en la materia que tendrá graves consecuencias en el futuro.
Con relación a la promoción de la competitividad y la productividad, prácticamente no hay evidencia de que las nuevas tecnologías se estén utilizando para este fin en un mundo que acelera la adopción tecnológica y la innovación para mejorar. Al tiempo los costos se harán notar, en detrimento de todos. Las oportunidades se cierran y se abren todos los días, y tienen consecuencias. Es algo que a nuestros gobiernos pareciera no importarles.
Marco A. Paz Pellat
alfil3000@gmail.com