Adán, el candidato que llegó en silencio
Cuando los gansos quieren interpretar el Lago de los Cisnes, no se les da por eso, por gansos.
Florestán.
Tras el desastre que para Morena, para Claudia Sheinbaum y para el presidente López Obrador representó la derrota en su santuario capitalino en las elecciones de junio de 2021, donde la oposición ganó por primera vez más de la mitad de las alcaldías, nueve de 16, él tomó una decisión: Ella, su candidata in péctore no podía ser la única para la sucesión de 2024.
Y por eso a los 50 días, el 26 de agosto, se trajo a su entrañable y más que fraterno paisano, Adán Augusto López Hernández, de la Quinta Grijalva, en Villahermosa, al antiguo Palacio de Cobián, en Bucareli.
Desde ese momento le comenzó a construir su candidatura presidencial a partir de su personal forma de hacer: negar para confirmar.
Pero al exgobernador de Tabasco, exsenador de la República y exdiputado federal, los que llevaban adelantada la carrera en los ánimos palaciegos, lo menospreciaron desde esa arrogancia del altiplano.
Y en este ir construyendo, López Obrador pasó de negarle posibilidades a nominarlo abiertamente como precandidato, sin el desgaste que arrastra Sheinbaum, la cercana lejanía de Marcelo Ebrard y la lejanía total de Ricardo Monreal.
En esas proyecciones, la inclusión de su paisano pasó a ser una constante para ir construyendo un candidato natural y puntero.
Así lo confirma su destacada presencia y participación en el arranque de su campaña el domingo en Toluca, con toda la nomenklatura de Morena, aunque los haya, más que miopes, comprometidos con los otros, y que no saben que en los tiempos de Adán, unos calientan el horno y otros se comen el pan.
RETALES
1.- CASO. Ricardo Monreal puso a Marcelo Ebrard en el mismo campo en el que lo tienen, lejos del afecto sucesorio presidencial para la candidatura del año que viene. Monreal me confirmó que Mario Delgado no lo invitó al inicio de campaña de Toluca ni al desayuno de unidad, menos a la posterior comida de celebración. Los dos piden piso parejo, lo que para ellos no hay;
2.- EMBUDO. A pesar de la airada protesta y reclamo del gobierno de Colombia al presidente López Obrador al que acusó de injerencista por su condena a los neoliberales y mafiosos que apoyan al candidato conservador Rodolfo Hernández y su respaldo público al populista Gustavo Petro, ayer volvió a la carga en su apoyo para la transformación de Colombia en la jornada del domingo. El embudo del respeto a la autodeterminación de los pueblos;
3.- HORARIO. Este será el último horario de verano en el gobierno de López Obrador quien ha invocado daños a la salud de los mexicanos y poco ahorro energético. Pero es que no le gusta levantarse a las 4:00 de la mañana, una hora antes en su horario de invierno que le parece seguir rigiendo. Y por eso. Temas personales hacen políticas públicas en los tiempos estelares de la 4-T.
Nos vemos mañana, pero en privado.