Claro que lo va a permitir Estados Unidos
Con la edad disminuye la importancia del futuro y aumenta la del presente.
Florestán
A lo largo de más de medio siglo de reportero he escuchado recurrentemente voces que aseguran que el gobierno de Estados Unidos en turno no permitiría un giro a la izquierda del Gobierno de México, lo que es un deseo, no un axioma.
En el correr de todos estos años, y hasta el día de hoy, los gobiernos de ese país se han ocupado de México sólo en la medida de que lo que pase aquí, hechos consumados, no futuros, afecte su seguridad, migración o salud. Y alguna vez la crisis económica cuando en 1995 Bill Clinton tomó la decisión de respaldar a Ernesto Zedillo.
De ahí en fuera, Washington no tiene ojos ni preocupación por México. He registrado también en este largo lapso, que por momentos allá son monotemáticos. Es decir, no tienen la capacidad de atender varios frentes de crisis en forma simultánea. Hoy son China y Rusia. Y no dan para Irán, Medio Oriente, Cuba, Venezuela, Nicaragua, no al menos con la misma intensidad y prioridad.
En el caso México, la administración Biden sólo tiene una preocupación: la migración, incluso por encima del narcotráfico que ante la gravedad de la avalancha humana ha pasado a un segundo término de su agenda de prioridades.
En estas condiciones, mientras el presidente López Obrador reduzca las corrientes humanas que por millones quieren cruzar su frontera desde la nuestra, no habrá ninguna objeción a lo que aquí suceda, ni siquiera la del T-MEC.
Así que cuando ante la creciente radicalización de López Obrador hay quienes repiten como mantra que Estados Unidos no lo permitiría, les debe quedar claro que sí.
Y que no se trata de un asunto de respeto, sino de conveniencia.
RETALES
1.- PATIO. Ante lo anterior se entiende por qué el gobierno de López Obrador ha cedido a todas las exigencias migratorias de Estados Unidos, primero con su "amigou" Donald Trump y ahora con Joe Biden. Desde el quédate en México hasta la crisis de los venezolanos y el muro verde olivo en la frontera sur de México. Cumpliendo eso, Washington sabe mirar para otro lado;
2.- MEDICINAS. Cuando faltan menos de dos años de gobierno y a pesar de sus repetidas promesas públicas que lo llevaron a decir el 25 de noviembre de 2021 que si faltaban medicinas "me dejo de llamar Andrés Manuel", como se sigue llamando a pesar de la escasez, el sábado en Olinalá, Guerrero, le gritaron que faltaban medicamentos y lo reconoció: "no hay, pero va a haber". A ver; y
3.- CRIMEN. El viernes en un restaurante de Andares, en Zapopan, asesinaron a un consejero, militante de Morena, y director de Aguas de Puerto Vallarta, Salvador Llamas y el fiscal de Jalisco, Joaquín Méndez, dijo que fue el crimen organizado lo que López Obrador rebatió en la mañanera diciendo que había que probarlo. No se ha explicado por qué traía cuatro escoltas. ¿Pues quién era?
Nos vemos mañana, pero en privado.