Retratazo de la 4-T
Cada vez que lo apoyaban, cambiaba de posición.
Florestán.
En el país sobran calles, plazas, jardines, que llevan nombres de expresidentes, desde los tiempos de los caudillos de la revolución a sus sucesores.
Sobra nomenclatura de Pino Suárez, Carranza, para luego seguir con Obregón, Calles, Cárdenas, Ávila Camacho, Alemán, Ruiz Cortines, López Mateos, Echeverría, López Portillo y ya luego, quizá por la cercanía, ya no tantos, De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, Peña Nieto y, ahora, el resurgimiento de Andrés Manuel López Obrador, quien se colocó como relevo de los líderes de las tres transformaciones históricas recientes: la Independencia con Hidalgo; la Reforma, con Juárez; la Democracia con Madero y, claro, la cuarta transformación, la suya, con él.
Pero quien sí la sacó del parque fue la exalcaldesa morenista de Tultitlán, Estado de México, Elena García Martínez, quien bautizó los asentamientos irregulares desde hace treinta años de Finesa II y Finesa III como colonia Cuarta Transformación, y renombró las calles: Me Canso GanZo, Reforma Judicial, Megafarmacia, Revolución de las Conciencias, Tandas para el Bienestar, Sembrando Vida, Pensión para Adultos Mayores, Plan de Justicia Yaqui, Mexicana de Aviación, Jóvenes Construyendo el Futuro, Fertilizantes para el Bienestar, Canasta Alimentaria, Becas Benito Juárez, Internet para Todos, donde se da la paradoja de que no hay wifi, y así.
Los vecinos, tres mil familias, iniciaron un movimiento de rechazo lo que ya llevó a que la policía los gaseara y el caso a la oficina de la gobernadora Delfina Gómez.
Hay que señalar que la exalcaldesa se exhibió al elegir un asentamiento irregular y sin servicios como símbolo de la Cuarta Transformación, muy lejos de ese discurso aspiracional de bienestar para todos.
Y no digo que López Obrador lo supiera, no.
Lo que digo es que la mula tira siempre al monte, aunque ese esforzado animal lleve los colores de Morena y rebase las decisiones del supremo líder: no al cultivo a la personalidad.
RETALES
1.- MEJOR. Donald Trump rompió el protocolo centenario de no invitar presidentes extranjeros a las tomas de posesión y convocó a populistas derechosos: el argentino Milei, el salvadoreño Bukele y la italiana Meloni. Qué bueno que no invitó a Claudia Sheinbaum que ahí sí, debo decir, es diferente;
2.- ANUNCIO. Algunos quisieron suavizar los anuncios, ayer, de Marco Rubio al ser confirmado en el Senado como secretario de Estado, igual que hacen con las amenazas de Trump. Sean realistas, más vale que lo vean desde ya, porque a partir del lunes vendrá lo peor de esas relaciones; y
3.- ¡CARAJO! El vicefiscal anticorrupción de Morelos, Edgar Núñez Urquiza, me aseguró que, en las investigaciones de corrupción en el gobierno de Cuauhtémoc Blanco, no hay intocables. Ni él ni su oficina ejecutiva.
Nos vemos mañana, pero en privado.