Subsidio electoral
La vida empareja las cosas al final; ojalá fuera un poco antes.
Florestán.
Para contener los precios de los combustibles, disparados por el alza del petróleo provocada por la invasión rusa a Ucrania, y evitar que impacte más en la inflación, en sus niveles más altos de los últimos 20 años, el presidente López Obrador aprobó un subsidio a todas las gasolinas que equivale a un gasto de cinco mil millones de pesos semanales, que de prolongarse este año podría sumar en diciembre 300 mil millones. Y eso si el petróleo contiene su disparo.
Los especialistas apuntan que este subsidio es parte del costo total, pues hay que añadir lo que se deja de ingresar del IEPS.
Le he escuchado decir que los altos precios de las gasolinas importadas, 400 mil barriles diarios, se van a compensar con los excedentes petroleros, 550 millones, pero veo un error: los excedentes van directamente a Pemex, no a Hacienda y no creo que hayan adoptado la fórmula del pasado de financiar el gasto público con el dinero de la empresa nacional.
No voy a entrar en las consideraciones sobre la injusticia de esta subvención, que techa los precios de todas las gasolinas, porque beneficia más a quienes más consumen, pero también a los que menos.
Y es que, reitero, este subsidio no es para hacer más accesible la gasolina al pueblo, y menos a los pobres, sino para contener la inflación, con su carga política y electoral, que para el corto plazo igual les alcanza, pero en el mediano y largo será otra cosa, pues la política jamás ha derrotado a la economía.
Y esa regla se aplica para todo tipo de gobiernos.
RETALES
1.- BODEGA. Desde que recuerdo, los secretarios de Hacienda en turno, que siempre han formado parte de la Junta de Gobierno del Banco de México, adelantaban al Presidente sus decisiones sobre tipos de cambio. Lo que pasa es que ninguno lo había adelantado como hizo López Obrador el jueves. Por lo demás, en Acapulco le preguntaron a Rogelio Ramírez de la O. sobre su renuncia y respondió: “usted no les haga caso” y se subió su blindada. Y es que no se va a ir;
2.- REFORMA. Ya se instalaron las comisiones de Energía y Puntos Constitucionales en San Lázaro para dictaminar a partir del lunes 11, después de la consulta, la iniciativa sobre la reforma eléctrica, que el Presidente quiere ya y sin tocarle una coma, y la oposición había dicho que después de las elecciones de junio. Ahora o después, los votos que le darán, o quitarán la reforma, serán los del PRI. El punto es saber si estos diputados seguirán a su pastor o a sus gobernadores. Ahí está el detalle;
3.- CUEVAS. ¿Cómo es que en el caso de la familia Cuevas, madre e hija, la Fiscalía de Justicia de la Ciudad y un juez capitalino las consignaron por un delito que no existe, garante accesoria, y todo siguió adelante? Aquí tienen que correr responsabilidades en dicha Fiscalía y de ese juez.
Nos vemos mañana, pero en privado.