RINDE CUENTAS
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RINDE CUENTAS
Este viernes el gobernador Alfonso Durazo Montaño dará su tercer informe de trabajo, pues al llegar a la mitad de su mandato rendirá cuentas a los sonorenses.
En cumplimiento de los protocolos y a la misma ley, el mandatario entregará su informe ante el Congreso del Estado y posteriormente dirigirá su mensaje a la población, en donde dará detalles de sus obras, acciones y logros durante estos tres años de gobierno, con especial énfasis en el último año.
Sin pretender adelantarnos ni ganarle el discurso, podemos asumir que el gobernador Durazo rendirá buenas cuentas.
Lo asumimos, porque así se ha revelado de manera previa por indicadores de organismos, como el Inegi y el mismo Coneval, que mide el progreso y desarrollo que se logra en materia de educación, salud, empleo, seguridad, combate a la pobreza, entre otros, en donde ha salido bien evaluado y con avances importantes.
Los datos indican que en materia de educación se ha apoyado e impulsado a los jóvenes de todos los niveles educativos con un programa de becas que no tiene antecedentes, además, la infraestructura educativa ha sido fuertemente apoyada, sobre todo que le tocó enfrentar la crisis post Covid en la que estaban los miles de planteles en el estado.
El evento protocolario dará inicio a las 10:30 de la mañana en el Congreso del Estado y su mensaje a las 11:00 en el Auditorio Cívico.
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LE PONEN FRENO
Al final de cuentas el Instituto Nacional Electoral (INE) le dio la razón a Manlio Fabio Beltrones y los expresidentes del PRI, al tumbar la reelección de Alejandro Moreno (más conocido como "Alito") al frente del PRI.
Así pues, ayer en reunión extraordinaria el pleno del INE invalidó la reforma a los estatutos del Partido Revolucionario Institucional y, con ello, deja en claro la ilegalidad de la Asamblea en la que "Alito" pretendió eternizarse en la presidencia del tricolor.
Y es que muchos líderes priistas cuestionaron que Moreno actuara de manera autoritaria ante una militancia partidista cuya tradición histórica se origina en la vocación revolucionaria y la no reelección.
Esta viene a ser, como dicen los entendidos, una gran lección para quien pretendiendo ser líder sólo luce como como aspirante a dictador.
Sin embargo, habrá qué esperar la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, instancia ante la cual advirtió "Alito" que acudirá.
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PUNTO DE INFLEXIÓN
Por rumbos del PAN también hace aire. Luego del estruendoso fracaso de la oposición en el Senado que no pudo frenar la reforma al Poder Judicial, en el que influyeron varios factores, en el Partido Acción Nacional se alzaron las voces de los aspirantes a la dirigencia nacional que está por renovarse.
Y es que tres de los que quieren tomar las riendas del albiazul (Damián Zepeda, Adriana Dávila y Kenia López) responsabilizan al actual líder nacional panista, Marko Cortés, de lo que llaman la "traición de Miguel Ángel Yunes Márquez", quien dio el voto que el oficialismo necesitaba para sacar adelante la reforma.
Sin embargo, quien va más allá de las simples culpas es el sonorense Zepeda Vidales, ya que pone sobre la mesa lo que todo mundo puede ver: la crisis por la que atraviesa la oposición.
Y puso como ejemplo que el reciente "voto 86" en el Senado no es la única incongruencia, pues además está el salto de los dos senadores perredistas a Morena así como también lo hicieron en la Ciudad de México, tanto PRI como PAN y PRD, que se cruzaron legisladores para darles dos terceras partes en la 65 Legislatura pasada, por mencionar algunas "tretas".
Como se ve, arduo trabajo les espera a los partidos de oposición para recomponer el rumbo y "meterse a la pelea".
En cuanto al cuarto aspirante panista, Jorge Romero, al parecer no tiene ningún problema con la decisión del veracruzano Yunes, la cual considera que fue a título personal y no una deslealtad al PAN... pues bueno.
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CRISIS PARTIDISTA
Y justamente ayer le comentábamos sobre la fragilidad de las dirigencias partidistas y sus designaciones en los espacios plurinominales. Pues ayer mismo se llevó a cabo la aprobación de la reforma judicial en el Congreso local y, para sorpresa, contó con el respaldo de Alejandra López Noriega, una diputada panista de larga trayectoria en el albiazul, quien luego de acusar de misógino a su partido avaló con su voto la reforma al poder judicial promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque su voto no era decisivo para aprobar la reforma en la entidad -como en el caso de Yunes- esta era una jugada que se veía venir en algún momento por parte de la ahora expanista, quien más bien aprovechó la coyuntura para renunciar al PAN, no sin antes irse directo a la yugular de la dirigencia de Gildardo Real para acusarlo de nunca pisar las colonias ni trabajar a beneficio de los ciudadanos.
La renuncia de López Noriega y su voto a favor de la reforma judicial es un claro ejemplo de la crisis de representación que viven los partidos políticos en México. La fragmentación interna, la búsqueda de intereses personales y la falta de conexión con las bases.
No cabe duda que esto de la aprobación a la reforma judicial ha venido también a terminar de cernir los principios partidistas y recordarnos la fragmentación que viven los partidos mismos.
Ahora vale la pena preguntarse ¿qué responsabilidad tienen las dirigencias partidistas en estos casos? ¿Están haciendo lo suficiente para mantener la cohesión interna y defender los principios de sus partidos?
mrx@expreso.com.mx