18.12: Día internacional de los flujos migratorios
El 18 de diciembre representa un día para visibilizar los flujos internacionales de las poblaciones migrantes. Los flujos migratorios continúan en dirección al crecimiento económico de los países desarrollados. Estimaciones recientes de la ONU, consideran que los ritmos de los flujos migratorios se han mantenido, en los últimos veinte años: 173 millones en el año 2000; 220 en 2010; y 281 millones en 2020. Coyunturalmente en el periodo de la contingencia sanitaria hubo una “salida” migratoria de casi dos millones. Por ejemplo, en Inglaterra se estima que “…más de 1,3 millones de extranjeros han abandonado el Reino Unido desde que empezó la pandemia…” (El País, febrero 2021, https://elpais.com/economia/2021-02-12/la-inglaterra-vaciada.html)
Comprender los migrantes como trabajadores internacionales sería reconocer la integración de los mercados laborales globales. Para el caso del corredor migratorio México-Estados, la política migratoria es utilizada como mecanismos de competitividad de los mercados laborales. De tal forma que las políticas de visas son utilizadas como mecanismos regulatorios del mercado laboral Paralelamente, las barreras de entrada a las solicitudes de ingreso, así como el no reconocer las poblaciones migrantes asentadas y las que desean ingresar forma parte de una NO política para mantener costos salariales bajos y en condiciones precarias a los trabajadores irregulares.
Para Estados Unidos, estimaciones del Migration Policy Institute, indican que la población migrante de origen mexicano se ha “estabilizado” en aproximadamente 12 millones. Los datos recientes de CONAPO señalan que en 2010 había 12 011 081 de personas de origen mexicano en Estados Unidos, datos que en 2015 ascendió 12 211 129, contabilizando en 2019 a 12 367 718 y en 2020 a 11 511 598. En este flujo migratorio Mx-EU, para 2019, destacamos tres tendencias: 1) Migración de jóvenes en edad de trabajo (30 a 64 años) representando 71.5%; 2) Feminización de la migración, con 48.9%; 3) Poblaciones migrantes educadas, donde 45.3% posee algún grado o completa la preparatoria y 2.6% algún grado o completa educación superior.
Los datos anteriores hacen suponer la conformación de familias trasnacionales que explicaría un “tejido de remesas sociales” que envía información de cuando emprender la salida migratoria, estaría sustentado en el hecho que 36.2% de la población de origen mexicana posee la ciudadanía y el 82.7% de los hogares son NO pobres, es decir poseen un status regular que les permite moverse e identificar “yacimientos de fuentes de empleo” para los integrantes de las familias que están “del lado mexicano”.
Este 18 de diciembre, se celebrará con la reactivación del programa “quédate en México” (activado el 2 de diciembre del 2021) donde los migrantes centroamericanos provenientes de las caravanas serán “atendidos” con “sala de espera” en las calles de ciudades fronterizas en México. Fue con D. Trump, que inicio este programa donde poco más de 60 mil solicitantes de asilo fueron rechazados y obligados a quedarse en México, lo cual ha generado una serie de tensiones sociales con la población residente y también representa la oportunidad de “negociar” con polleros y traficantes que les prometen “viajes seguros” que terminan como el caso de Chiapas.
Lo distintivo de las caravanas migratorias, es que rompen con los tradicionales tránsitos migratorios: 1) Son terrestres, que cruzan hasta tres fronteras; 2) Son masivos, familiares, haciéndose visibles; 3) NO huyen, se entregan a las autoridades en Estados Unidos, buscando el reconocimiento al asilo, al refugio, ayuda humanitaria, reunificación familiar, entre otras solicitudes. 4) Forman parte de familiares que viven o dicen vivir en Estados Unidos (no todos); 5) Profesan teologías similares a las estadounidenses.
Ambos procesos, el de las caravanas migratorias y el de “espera en México”, genera otras tensiones sociales con los grupos delictivos, quienes ofrecen “viajes seguros” cuyo final, puede ser trágico. En caso de un accidente hacen visible las condiciones precarias que enfrentan los migrantes en su tránsito por México. Por ejemplo, el accidente reciente del 10 de diciembre, del tráiler que transportaba poco más de 160 personas migrantes centroamericanos, del cual perecieron 55 personas; este accidente nos recordó las 27 muertes de migrantes en el canal de la mancha ocurrido el pasado 24 de noviembre que intentaban llegar a Inglaterra. Comprender las muertes de migrantes en hechos como los citados, va más allá de señalar culpables (gobiernos o traficantes), es comprender un fenómeno trasnacional donde no se reconocen la migración por motivos laborales, no se reconocen el derecho internacional a la libre movilidad, la falta de estructuras internacionales que coadyuven a reconocer los derechos humanos de los migrantes en búsqueda de asilo o de trabajo.
Dr. José Guadalupe Gutiérrez Rodríguez, egresado del programa de Maestría en Ciencias Sociales por El Colegio de Sonora.