Análisis actualizado de la guerra en Ucrania: 22 meses y contando
Han pasado ya 22 meses des de que inició la intervención rusa a gran escala en Ucrania. Nos encontramos concluyendo la quinta fase de la guerra y comenzando la sexta. Acá unas notas.
1. Como recordatorio: La primera fase fue la ofensiva relámpago rusa sobre tres fronteras de Ucrania. Ello fracasó y dio pie a una segunda fase: el repliegue ruso de Kiev y su concentración en el este y el sur con algunas ofensivas relativamente exitosas para Moscú. La tercera, en el otoño del 22, fue una fase de contraofensivas ucranianas mediante las que ese ejército recuperó una parte del territorio que Rusia había conquistado, concretamente en el noreste y en el sur. En la cuarta fase, Rusia re posicionó sus líneas de defensa hacia atrás, enviando a decenas de miles de tropas para la defensa de esas líneas, cavando trincheras, construyendo barricadas y apostando por el desgaste invernal que dificultaba cualquier operación. La quinta fase sobrevino después del invierno y ha consistido en ofensivas y contraofensivas tanto por parte de Rusia como de Ucrania. La tardanza de la contraofensiva ucraniana en llegar—lo que esencialmente obedeció a una larga espera de armamento y capacitación de sus tropas—permitió a Rusia posicionarse sólidamente sobre los sitios que había ocupado, cavando trincheras, alzando barricadas y fortificaciones, plantando minas por todos lados y desplegando masivamente tropas adicionales recientemente movilizadas.
2. Todo ello resultó en varios meses de casi nulos avances por parte de Ucrania, cuando su contraofensiva finalmente llegó. Si miramos los mapas, podemos apreciar que las ganancias ucranianas son realmente limitadas.
3. Adicionalmente, se ha podido apreciar una enorme capacidad de Rusia para aprender, adaptarse y mejorar sus tácticas de combate en términos de infantería básica, artillería, el uso de sus tanques, en su guerra electrónica y en sus defensas aéreas.
4. Esto nos está llevando a una nueva fase, la sexta, en la que, los factores propios de los enfrentamientos, sumados a factores del clima y factores políticos, parecen producir un nuevo congelamiento relativo del conflicto.
5. Ahora bien, la contraofensiva ucraniana había levantado altísimas expectativas, pero éstas no se cumplieron, ocasionando entonces una nueva construcción narrativa en Occidente: la “victoria” ucraniana que hasta hace poco parecía viable, será mucho más difícil de lograr y eso, si acaso se consigue. De hecho, ya hay quienes hablan de una posible reversión de resultados con nuevas ofensivas rusas mientras que su economía se ha adaptado y Putin muestra frescos signos de fortaleza interna.
6. A lo anterior, hay que sumar el impacto mediático de la actual guerra en Medio Oriente, la cual, desde el 7 de octubre ha acaparado todos los reflectores durante dos meses, ocluyendo muchos otros conflictos, Ucrania siendo el mayor de ellos.
7. El resultado de todo ello es que parece haber un enorme contraste. De un lado, en Occidente hay un considerable desgaste, desatención, y, entre ciertos sectores, renuencia a seguir financiando a Ucrania, considerando que es hora de negociar. Del otro lado, en cambio la mayor parte de ucranianos se rehúsa a ceder si quiera una pulgada de su territorio.
8. Este panorama colocaría la situación en Ucrania ante la posibilidad de entrar en nuevas etapas que se podrían parecer al status de Crimea desde 2014: el control de facto por parte de Rusia del territorio anexado sin el reconocimiento internacional, mientras que paralelamente, los combates en el frente continúan con meses de mayor o menor intensidad. Todo ello, ante una Ucrania desgastada y fragmentada, intentando sobrevivir y adaptarse a una guerra perenne.