Israel vs Hamás: Análisis actualizado de estrategias y narrativas
Acabo de recibir un reporte emitido por el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS), un importante centro de estudios en Israel. Paralelamente también recibí un texto acerca de la estrategia narrativa que está tejiendo Hezbollah y cómo la usaría en caso de que su conflicto con Israel siguiera escalando. Al margen de las opiniones personales que se puedan tener acerca de toda esta conflictiva o de las partes beligerantes, el análisis frío de este tipo de discursos es necesario para el campo de los estudios de paz y seguridad.
1. Desde la perspectiva estrictamente militar, el shock recibido por Israel tras los atentados del 7 de octubre es leído como una amenaza existencial y un tema seguridad nacional al más alto nivel. Esto no es porque Hamás o la Jihad Islámica por sí solas tengan la capacidad de destruir a ese país (a pesar de que en sus metas así lo expresen), sino por el mensaje de debilidad y vulnerabilidad que Israel proyectó con esos sucesos hacia sus otros enemigos regionales, especialmente Irán y sus aliados.
2. En la lectura del informe del INSS, las metas que incluyen el desmantelamiento militar y político de Hamás —y con ello el envío de un mensaje de fuerza y disuasión hacia Irán y hacia todos los aliados de Irán— son metas adecuadas, tienen carácter de existencial, y como prioridad de seguridad nacional no pueden subordinarse a cualquier otra clase de objetivos o consideraciones.
3. Como era ya evidente desde mucho antes de esta confrontación, bajo esas condiciones, Hamás esperaba que Israel respondiera precisamente como lo hizo. Se sabía que las víctimas civiles crecerían dramáticamente de manera diaria, lo que sólo se incrementaría mientras el conflicto siguiese escalando. Esto, naturalmente, vulneraría la posición política de Israel, incluso entre sus mayores aliados, convirtiéndose narrativamente ahora ya no en la víctima de los atentados terroristas, sino en los victimarios de una tragedia humanitaria de proporciones mayores. Lo expresaron con crudeza los líderes de Hamás entrevistados desde octubre: esas víctimas civiles eran "mártires" que morían por un propósito mayor. Lo dice también el líder de Hamás en Gaza, Sinwar, en su comunicación con el liderazgo mayor de Hamás: "No se preocupen, tenemos a los israelíes exactamente en donde los queremos".
4. En esa narrativa en la que la seguridad y el interés nacional están en juego, las consideraciones humanitarias o jurídicas, parecen entrar en un segundo plano.
5. No obstante, la parte que el texto deja de observar es el componente narrativo, simbólico y político también como factores que pueden operar en contra de los intereses y la seguridad nacional de un estado.
6. Hezbollah está viendo una gran oportunidad para erosionar la legitimidad de Israel en Occidente, y así asestar "un golpe fatal" a la entidad sionista, según expresó su líder Hassan Nasrallah (Daoud, 2024). La estrategia consiste en insertar las metas de Hezbollah, tal y como lo ha hecho eficazmente Hamás, en el lenguaje de la lucha de resistencia en contra de un "estado de colonos blancos europeos racistas", dentro del cual, cualquier actor que pelea en contra de ese estado, forma parte de la resistencia global contra el colonialismo, el racismo y la discriminación.
7. La pregunta entonces es en qué momento ese tipo de factores se convierten también en temas de seguridad nacional para Israel. Se trata de discusiones y dilemas complejos puesto que el optar por la perspectiva estrictamente militar, lejos de erradicar, lo que ocasiona es hacer crecer políticamente al enemigo que pretendes estar combatiendo. Esto es lo que muestra la investigación y amplia experiencia histórica al respecto.