Cómo los conflictos internacionales impactan a México
Hace unos días me preguntaban cómo se puede estar pendientes de lo que sucede afuera de México con tantas cosas sucediendo en nuestro país. Y por supuesto se entiende. No es posible demandar de las audiencias tanta atención a tal cantidad de temas a la vez. Sin embargo, quienes analizamos estos asuntos, y quienes toman decisiones importantes en México, deben comprender que los vínculos entre lo internacional y lo local son enormes e inevitables. Tres ejemplos:
1. Más allá de lo humanitario, la guerra en Medio Oriente tiene efectos financieros y económicos que van desde afectaciones a las cadenas de suministros, el alza de los seguros de transportación, el aumento de precios de productos varios y potencialmente de materias primas. Lo central está en lo impredecible de las circunstancias actuales. Quienes plantean escenarios financieros, asumen frecuentemente que las variables geopolíticas se mantendrán como están. Sin embargo, si un ataque de Hezbollah a Israel hace unos días no hubiese sido frustrado, la posibilidad de una guerra mayor en la región hubiese escalado con afectaciones mayores a temas globales como los precios del petróleo y otras variables que impactan en nuestro presupuesto. Lo que sucede en Medio Oriente también tiene un efecto sobre el proceso electoral estadounidense. Ello importa porque Trump sigue buscando sacar ventaja de los pasos en falso de la Casa Blanca en la región. Si las cosas se descontrolaran y explotara una guerra mayor, EU —con portaaviones y submarinos ahí desplegados— podría verse arrastrado en pleno proceso electoral y es plausible que Trump saliese beneficiado, con todo el impacto consecuente para México. Lo internacional no es lo único que afecta estos desenlaces electorales, pero sí importa, especialmente en un proceso donde la política exterior de EU ha sido relevante para el electorado en estados clave como Michigan y Wisconsin.
2. Pensemos en temas que han sido menos mediáticos: Los sucesos de Afganistán, Libia o Siria son mencionados en las campañas estadounidenses. Esta semana, un ataque de ISIS en contra de marinos en Afganistán, ocurrido en 2021, fue tema de controversia en la campaña de Trump. Suponer que lo que ocurre en esos países no impacta las decisiones sobre México es impreciso. Un ejemplo conecta Siria y Afganistán con México y el muro. Para Trump y su base, lo que sucede en esos países es menos riesgoso que los "peligros" que cruzan la frontera. Por tanto, el muro es la "solución" para resguardar al país, y la "reubicación" de tropas y recursos militares funciona como el medio para lograrlo. Cuando Trump tomaba decisiones sobre Siria o Afganistán, esta era la línea de pensamiento. Esto vincula eventos lejanos como el terrorismo con decisiones que afectan al Pentágono y el Departamento de Seguridad Interna pues estas dependencias deben traducir la lógica de Trump en medidas de política antiinmigratoria, lo que impacta las relaciones con México.
3. El crimen organizado no es un fenómeno puramente local, sino transnacional. Consideremos la demanda de droga, el mercado global de armas y los avances tecnológicos de armamento. Varias organizaciones criminales mexicanas tienen operaciones en decenas de países. Los nexos entre terrorismo y crimen organizado impactan no solo el narcotráfico sino también el lavado de dinero. Hezbollah, por ejemplo, opera en América Latina y saca ventaja de estos nexos. Los nexos crimen-terrorismo seguirán creciendo, y las organizaciones transnacionales mexicanas están entre las mayores.
Al final, el análisis de unos temas no puede desconectarse de otros, y que las soluciones deben incluir inescapablemente la colaboración internacional.
Mauricio Meschoulam
X: @maurimm