¿Conocemos nuestra genealogía?
1) Para saber
Hoy en día la informática puede darnos a conocer cuáles fueron nuestros ancestros, y en ocasiones, con muchos siglos de antigüedad. Conocer nuestros antepasados nos permite explicarnos por qué estamos aquí y quienes somos. Ahora el Papa Francisco en su Audiencia quiso detenerse en la genealogía de Jesús, dando inició un nuevo ciclo de catequesis que va a desarrollar durante todo el Año Jubilar, cuyo lema es: "Jesucristo nuestra esperanza".
Comenzó el Papa por la genealogía descrita por los Evangelios de San Mateo y de San Lucas. Con ello se demuestran dos cosas importantes: Que es un hecho histórico y que Jesús es verdadero hombre. Jesucristo pertenece a la historia, no apareció de repente, ni es invención humana, sino que nació en un año determinado. Su existencia está atestiguada por sus ancestros. En el Credo que se reza el domingo en la Santa Misa, se dice que Jesús fue “crucificado en tiempos de Poncio Pilato”, con lo cual se le está poniendo fecha. Hay debate sobre el año preciso del nacimiento, pero nadie duda de la verdad de su nacimiento. Jesús es verdadero hombre, como también es verdadero Dios: un misterio no fácil de explicar, pero verdadero.
2) Para pensar
Nuestros ancestros nos transmiten sus conocimientos, costumbres y tal vez una herencia, pero también recibimos de ellos una carga genética. Quien lideró el proyecto para obtener el Genoma Humano fue el científico Francis Collins, quien logró secuenciar las tres mil millones de “letras” de ADN. Fue ganador del Premio Templeton, al afirmar la dimensión espiritual de la vida y ha sido director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos.
Sin embargo, de joven Francis fue agnóstico y luego ateo hasta los 27 años, en que decía que estaba “muy contento con la idea de que Dios no existía y que no tenía interés en mí”. Pero cambió de idea al leer el libro de C.S. Lewis, “Mero Cristianismo”, en que se presenta racionalmente la existencia de Dios. El problema del bien y del mal no está resuelto por los ateos, en cambio el cristianismo le resolvió sus dudas. Y escribió en su libro: “He encontrado tanta alegría en la capacidad de reunir las perspectivas espirituales y científicas que siento la necesidad de compartir”, dijo. Ahora obtiene consuelo en la oración y leyendo los salmos. Collins contó que si pudiera hablar con su antiguo yo ateo, lo alentaría a preguntarse: ¿Por qué hay algo en lugar de nada? ¿Hay un Dios y cómo sabrías si lo hubiera? ¿De qué se trata el amor o la belleza? ¿Por qué estamos aquí?
3) Para vivir
La genealogía de Jesús muestra que la vida humana, al pasar de una generación a otra, entrega tres cosas: un nombre que encierra una identidad con una misión única; la pertenencia a una familia y a un pueblo; y finalmente, la adhesión de fe al Dios de Israel, afirmó el Papa Francisco.
En la genealogía de Jesús también aparecen mujeres, cosa insólita. Al final se destaca la figura de María, que marca un nuevo inicio: de ella nació Jesús, verdadero hombre y verdadero Dios. Él se muestra en la fragilidad de un Niño indefenso, necesitado del cuidado de su madre, necesitado de pañales y de alimento, de caricias y de amor, para que no tengamos reparo en acercarnos a Él.
Pbro. José Martínez Colín
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