El PAN negocia con FGR: apoyo al Fiscal por Anaya
El 14 de febrero, Ricardo Anaya Cortés, excandidato presidencial del PAN no se presentó a la audiencia judicial inicial a la que había sido citado por el juez para responder a las imputaciones en su contra por haber recibido presuntos sobornos ilegales vinculados a Odebrecht. Era la quinta vez que Anaya no acudía al citatorio judicial y en esa ocasión el juez Marco Antonio Fuerte Tapia declaró "injustificada la ausencia" del panista y dejó a la FGR en posibilidad de girar y solicitar una orden de aprehensión para obligarlo a que se presentara personalmente a su audiencia.
Hoy, casi dos meses después de aquella ausencia, la Fiscalía General de la República no ha librado ni solicitado orden de aprehensión contra Ricardo Anaya ni ha presionado por que se le programe nueva audiencia y se le obligue a comparecer. ¿Por qué no lo ha hecho si el juez le dio esa posibilidad?
La respuesta a esa pregunta está vinculada a lo que pasó un mes después, el 17 de marzo, en el Senado de la República. Ese día compareció el fiscal Alejandro Gertz Manero ante la Junta de Coordinación Política y fue recibido por los coordinadores de todos los partidos y los senadores de la Comisión de Justicia.
Aquella comparecencia, que ocurría en medio de la tormenta que enfrentaba Gertz, se esperaba dura y complicada. Aunque el encuentro fue privado, lo que se supo después, por testimonios de senadores que estuvieron presentes, fue que la reunión había sido "tranquila, civilizada y hasta tersa".
En especial sorprendió el comportamiento tranquilo y muy mesurado de los panistas, comandados por su coordinador, Julen Rementería, y con la presencia de senadoras tan combativas como Xóchitl Gálvez.
Al final del encuentro, no sólo los panistas sino los senadores de todos los partidos, especialmente los priistas, parecían ser los grandes amigos y admiradores del fiscal Gertz Manero. Se dijo entonces, entre los senadores, que los oficios políticos de Ricardo Monreal, el coordinador morenista en el Senado y aliado político de Gertz, habían funcionado a la perfección y que el zacatecano había "planchado muy bien" el trato respetuoso y comedido de todas las fracciones de la oposición hacia el funcionario.
Lo que no se supo entonces es cómo y a cambio de qué Monreal convenció y tranquilizó, sobre todo a los acelerados panistas. De acuerdo con fuentes de otras instituciones denunciantes en el caso de Ricardo Anaya, el fiscal Gertz habría aceptado negociar con el PAN, a partir de la intermediación de Monreal, el expediente judicial en contra de Anaya, a cambio del respaldo del panismo, especialmente en el Senado, para evitar cualquier intento de destituirlo del cargo.
El acuerdo, nos dicen las fuentes cercanas, se hizo directo entre el fiscal y algunos encumbrados panistas en el Congreso, y consiste en dejar que se alarguen los tiempos y que Ricardo Anaya no se presente personalmente a las audiencias, sino que lo hagan sus abogados, hasta que el caso se desinfle por sí solo o se desestimen las pruebas en contra del excandidato presidencial prófugo. Eso ayudaría a explicar por qué casi dos meses después de que el juez Marco Antonio Fuerte dejó a la FGR en libertad de solicitar una orden de aprehensión contra Anaya Cortés para obligarlo a presentarse, hasta la fecha esa orden no se ha pedido.
Y también explicaría por qué las voces más críticas del PAN dejaron de pedir la renuncia del fiscal y de promover denuncias en su contra.
Así que Anaya ya puede estar tranquilo de que no le girarán ni orden de aprehensión ni ficha roja para traerlo desde Estados Unidos, mientras que el fiscal también puede tranquilizarse de que los panistas no insistirán ni permitirán su destitución. Y así todos contentos... y la justicia, bien gracias.