El proyecto que cimbró a Morena
La noche del domingo Mario Delgado encendió la mecha del barril de pólvora llamado Morena cuando subió a su cuenta de Twitter una copia del proyecto de sentencia en el que el magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Felipe Fuentes Barrera, propone anular y suspender el proceso interno para la renovación de la dirigencia nacional morenista a través de tres encuestas que realizaría el INE para seleccionar a un nuevo presidente y secretario del CEN del partido oficial.
El mensaje del diputado y aspirante a la presidencia morenista fue secundado después por otros candidatos como Porfirio Muñoz Ledo, que calificaron el proyecto del Tribunal como un “atropello a la democracia” o como “mano negra en contra de la militancia de Morena”, dijo Alejandro Rojas Díaz Durán.
El mensaje en redes sociales, en el que inexplicablemente se difundía una copia de un proyecto de sentencia que sólo había sido entregado a los siete magistrados del Tepjf, detonó una crisis en el propio tribunal en donde tuvieron que reconocer la autenticidad del documento y admitir que se pretendía discutir y votar el proyecto del magistrado Fuentes.
Será este martes al mediodía cuando se someta a votación la propuesta.
La crisis en el Tribunal Electoral tenía que ver con que el proyecto de anulación del proceso de Morena coincidía con diversas versiones que desde hace un par de semanas comenzaron a filtrarse en columnas en donde se aseguraba que había una operación en curso, avalada desde Palacio Nacional, para suspender la elección interna del partido gobernante hasta después de las elecciones de 2021 y mantener en el cargo de dirigente a Alfonso Ramírez Cuéllar.
Las versiones en la prensa, que atribuían esa maniobra a dos personajes políticos a los que López Obrador les confió tal misión: por un lado el consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra y por otro lado la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, por su cercanía e influencia con la actual dirigencia encabezada por Ramírez Cuéllar, argumentaban que ante el recrudecimiento de las pugnas internas en Morena y las amenazas de ruptura por los ataques entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado y hasta al canciller Marcelo Ebrard, al que Muñoz Ledo metió al pleito, hicieron que el Presidente diera un manotazo y decidiera ordenar la suspensión de todo el proceso.
Así fue que se redactó y construyó un proyecto de sentencia que propone anular y suspender un proceso que el mismo Tribunal Electoral del Poder Judicial había ordenado y legitimado con sus varias sentencias previas.
La propuesta de anular se sustenta en que los lineamientos del INE se ocuparon principalmente de las reglas técnicas de las encuestas, pero “omitió establecer reglas básicas que debían observarse por los participantes en la ejecución de la encuesta correspondiente”… porque no existen parámetros normativos que permitan que las y los interesados participen en equidad (página 31, párrafos 4 y 5 del proyecto), lo que para el magistrado Fuentes Barrera “eso imposibilitó que el procedimiento electivo se lleve a cabo de manera equitativa” (página 25, párrafo 2).
En fin, que contra toda lógica hoy el Tepjf podría hacer algo que nunca ha hecho: que a la mitad de un proceso electoral los magistrados anulen toda una elección, algo que normalmente y por ley ocurre sólo después de consumada la elección y por las impugnaciones de los actores participantes.
El fallo que surja será tan atípico como incongruente, tanto que los mismos aspirantes a la dirigencia morenista afirman que detrás de este proyecto hubo “mano negra”, “presiones externas” y “atropello a la democracia”; el asunto es ver quién de ellos se atreve a ponerle nombre al dueño de la mano, al que presionó a los magistrados o al que conducía el tráiler que atropelló su complicado proceso interno.