La BOA empresarial o la alianza MTY-CDMX

La BOA empresarial o la alianza MTY-CDMX, escribe @SGarciaSoto en #SerpientesYEscaleras.

Mientras Andrés Manuel López Obrador hace maletas para su polémico primer encuentro con Donald Trump en la Casa Blanca, en el país que dejará por unos días al mandatario no sólo le saltan las castañas calientes de las más de 30 mil muertes del coronavirus, hay también otras castañas que se cocinan a fuego lento, pero que cuando revienten le quemarán las manos al Presidente.

En las últimas semanas ha tomado forma, de distintas maneras, aquel animal político que en forma de un gran bloque amplio opositor invocó el Presidente: la famosa BOA no tiene una o dos cabezas, como lo anticipaba el mandatario, sino varias expresiones que atraviesan sí por las alianzas políticas entre los partidos de oposición para tratar de ganarle las elecciones legislativas en 2021, pero también se extiende a otros ámbitos como el de los empresarios, con quienes por cierto, el Presidente rompió lanzas a partir de que se negó a aceptar sus propuestas de apoyo al empleo y contrataciones de deuda para apoyar la liquidez de las empresas afectadas por el Covid y evitar su quiebra.

Un grupo importante de empresarios han comenzado a fortalecer una alianza entre el poderoso Grupo Monterrey, que tiene claras y marcadas diferencias con las políticas de la 4T y con una facción importante del Grupo CDMX conformadas por los principales integrantes del Consejo Mexicano de Negocios.

A partir de la idea común de que el gobierno de López Obrador los ha “traicionado” y que, con sus decisiones y políticas, intenta “destruir a las grandes empresas e industrias para que, a partir de lo que quede empezar a repartirlo”, los empresarios regios y capitalinos han trabado alianza con un objetivo claro: combatir al proyecto de la 4T con todos sus recursos económicos, legales y políticos.

Entre los poderosos capitanes del norte y los de la capital ha habido ya varias reuniones presenciales y a partir de la contingencia sanitaria han optado también por realizar reuniones virtuales, pero como saben del riesgo de que éstas sean hackeadas y espiadas por las áreas de inteligencia del Gobierno, son cuidadosos y no utilizan plataformas conocidas sino un sistema personalizado de enlaces virtuales que manejan totalmente encriptado y para el que fijan reuniones que sólo ellos y sus más cercanos conocen hora y fecha.

Hay dos temas en particular que están en la agenda de la alianza empresarial: el primero tiene que ver con la Ley de Etiquetados, que entrará en vigor en octubre, tras ser aprobada por el Congreso y contra la cual arman toda una estrategia legal y de amparos, ante el daño que esta legislación le causaría al consumo de productos que elaboran varias de sus empresas.

En ese tema se dicen “traicionados” por el presidente López Obrador con el que habían conversado, personalmente sobre un “modelo de transición” para la entrada en vigor gradual de esa ley.

El otro tema es el sector energético, donde también han puesto todas sus baterías en combatir, legal y políticamente, a los dos funcionarios que ubican como los “enemigos” de la inversión privada en el sector y como los “radicales” causantes de la política energética estatista y antiempresarial: la secretaria Rocío Nahle y el director de CFE, Manuel Bartlett.

En fin, que con la alianza Monterrey-CDMX está cobrando forma aquella BOA de la que hablaban en Palacio y que, con los recursos económicos y el poder de sus despachos jurídicos, están planeando y actuando para frenar y combatir los planes y leyes de la 4T que afectan a la actividad empresarial, al tiempo que buscan incidir también en los temas políticos y electorales que le quiten poder y mayorías al proyecto lopezobradorista.

Dicen que hay que tener cuidado con lo que se invoca... y lo que invocaron en Palacio Nacional hoy cobra forma.