Los camaleónicos tucanes de cola larga
Los trapecistas y proxenetas políticos que dirigen al Partido Verde, Carlos Puente y Arturo Escobar, salieron ayer miércoles en una conferencia de prensa a defender al diputado federal de su partido, Ricardo Gallardo Cardona, ante las investigaciones que ha iniciado en su contra la Unidad de Inteligencia Financiera, por operaciones con recursos de procedencia dudosa y presuntos vínculos con el crimen organizado.
Defenderlo es su derecho y lo respeto, pero atacar y denostar a esta columna y mi trabajo periodístico por revelar, con base en documentos oficiales, lo que investiga la autoridad federal en su contra, es una bajeza y confirma la dudosa trayectoria de esos líderes verdes.
En contra de lo que dice el demagogo líder nacional del PVEM, Carlos Puente, en este espacio no hablamos de manera “irresponsable” y mucho menos sobre supuestos al mencionar una investigación federal en contra del diputado Gallardo Cardona.
Lo que publicamos el pasado lunes en este espacio está contenido todo en un documento oficial que reseña las transferencias financieras de más de 22 empresas vinculadas a la familia del legislador y en las que las autoridades federales rastrean temas de lavado de dinero, desvío de recursos públicos y presuntos vínculos con grupos delictivos como “Los Zetas” y el Cártel de Juárez.
Miente el señor Puente cuando dice que lo publicado parte de supuestos y ocurrencias mías.
Hay un documento detallado que me fue proporcionado por fuentes oficiales y que confirma el rastreo de cuentas financieras que realiza la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda.
En atención al rigor y la ética periodística yo mismo busqué al señor Ricardo Gallardo el día de la publicación de la columna y le pedí que me diera su versión de los señalamientos y datos financieros mencionados en el citado reporte oficial.
Así que a Carlos Puente, con todo respeto, no le acepto que me acuse ni descalifique por hacer mi trabajo y mucho menos que me quiera dar lecciones de ética y de “responsabilidad”.
Puente y Escobar, además de haber sido feroces críticos de AMLO y de su movimiento, fueron ambos senadores cuando se aprobaron las llamadas “Reformas estructurales” de Peña Nieto, a las que apoyaron incondicionalmente, y en las que según el líder del Senado, Ricardo Monreal, hubo “pagos de sobornos para la aprobación de todas esas reformas”.
Pero especialmente en la Reforma Energética, que hoy está bajo la lupa por lo que está a punto de salir en el proceso judicial contra Lozoya.
Carlos Puente fue integrante de la Comisión de Energía y el 29 de septiembre de 2015, en sesión del Senado donde comparecía el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, decía orgulloso:
“En estos tres años, bajo el liderazgo del presidente Peña Nieto, el país ha vuelto a caminar con un rumbo claro, rumbo para probar cada una de las reformas transformadoras que fueron analizadas y debatidas desde este salón de sesiones”.
¿Su voto entonces a favor de la reforma energética y de otras más en el sexenio peñanietista fue por pura convicción, diputado Puente?
Por lo demás, cuando los señores Puente y Escobar quieran, con gusto hacemos una comparación entre sus cuentas financieras y sus recursos y los míos.
Yo no he tenido nunca señalamientos por portar en un finísimo maletín 1.1 millones de pesos en efectivo sin poder explicar su origen ni tengo nada que ocultar en mi trayectoria de más de 30 años como periodista y 20 de ellos haciendo todos los días esta columna.
Si no pueden dar lecciones de ética política, que en teoría es de lo que saben, mejor no se metan a querer darlas de periodismo.
Como dice el dicho, amigos del partido del Tucán, “para tener la lengua larga hay que tener la cola corta” y la de ustedes es muy larga, más larga que la del ave que representa su falso ecologismo…
Agitamos el tiro.
Capicúa de los dados.