El nuevo Carmona de la 4T
Sostenía Maquiavelo que la historia es cíclica y, por lo tanto, tiende a repetirse de vez en vez. Y eso parece estar ocurriendo en la relación entre la llamada Cuarta Transformación y empresarios de Tamaulipas vinculados al tráfico de combustibles. Tras el misterioso y aún no esclarecido asesinato del empresario huachicolero Sergio Carmona, en el vigilado municipio de San Pedro Garza García y del que esta semana se cumplió justo un año, aparece ahora el nombre del empresario Jorge Alberto García, también originario de Reynosa y dedicado al negocio de la importación de hidrocarburos a través de la aduana de esa ciudad tamaulipeca, como apoyador y presunto financiador de la campaña presidencial de la precandidata de Morena, Claudia Sheinbaum.
El pasado 29 de septiembre, cuando la abanderada morenista acudió al puerto de Tampico para firmar el "Acuerdo de Unidad para la Transformación", entre los invitados a su evento destacó la presencia del empresario Jorge Alberto García Velasco, presidente del Grupo Burgos, oficialmente dedicado a la importación y exportación de hidrocarburos por las aduanas de Tamaulipas y extraoficialmente y según investigaciones periodísticas publicadas en ese estado, vinculado también al contrabando ilegal de gasolinas y diésel desde los Estados Unidos a través de la frontera tamaulipeca.
En ese evento, al que asistieron también Mario Delgado, líder nacional morenista, Gerardo Fernández Noroña y otros líderes nacionales del partido gobernante, Jorge Alberto García firmó el citado acuerdo partidista de unidad, a nombre de la sociedad civil, con lo que quedó muy claro que el empresario tiene ahora una relación cercana con Morena, con su dirigencia nacional y con los políticos locales en Tamaulipas, en algo que se parece mucho al papel que jugó el difunto Sergio Carmona, quien se convirtió en el financiero del partido gobernante y apoyaba no sólo con dinero de sus actividades ilícitas a los candidatos morenistas en Tamaulipas y otros cinco estados de la República, sino que también tenía vínculos estrechos con la dirigencia nacional de ese partido.
Pareciera que esa es una fórmula con la cual la 4T se siente cómoda: empresarios del ramo de la importación de combustibles (vulgo huachicol), que apoyan a su partido y a sus candidatos en campaña, a cambio de recibir contratos millonarios en el gobierno en diferentes rubros y, de poder ir realizando, sin interferencia de las autoridades federales ni estatales, sus actividades financieras. Así comenzó la relación entre Morena y Sergio Carmona, cuyos aviones particulares, camionetas y financiamiento fueron utilizados por los altos dirigentes morenistas, hasta que de pronto Carmona cobró notoriedad pública como financiero del partido oficial y alguien decidió callarlo asesinándolo el 23 de noviembre de 2022, en una barbería de San Pedro, sin que haya quedado ningún registro en video de una ejecución perfecta, en el municipio con más cámaras de vigilancia en América Latina.
Pero, ¿quién es Jorge Alberto García, el empresario de combustibles al que los periodistas de Tamaulipas empiezan a llamar "el nuevo Carmona de la 4T"? Dueño del Grupo Burgos, una empresa con 28 años de experiencia en el ramo del transporte, comercialización y almacenamiento de combustibles, García es un conocido hombre de negocios en Reynosa que, si bien hoy se ve cercano a Morena y a la campaña de Claudia Sheinbaum, en el pasado reciente también tuvo una relación cercana, personal y de negocios con el exgobernador panista de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, quien como gobernador lo acompañó en mayo de 2019 a rendirle un homenaje a su padre, Donaciano García Gorena, con motivo de los 75 años de la primera empresa familiar que fue la joyería Zafiro de Reynosa.
Pero, igual que lo hizo en su momento Carmona, Jorge Alberto se terminó distanciando del exgobernador panista y hoy, a juzgar por el video del referido evento de Claudia Sheinbaum en Tamaulipas, se convirtió en apoyador de la 4T y aparece como invitado estelar en los eventos de la aspirante morenista. Y, como todos, el empresario tamaulipeco de los hidrocarburos tiene su historia.
En 1998, de acuerdo con documentos en poder de esta columna, Jorge Alberto García Velasco fue detenido por la Policía de Arkansas, por participar en el traslado de cuatro bolsas de dinero en efectivo, cada una con 800 mil dólares, para un total de 3.2 millones de dólares; se le involucró entonces con la investigación en contra del exjefe policiaco mexicano, Guillermo González Calderoni y se llegó a hablar incluso de que en realidad eran cinco bolsas cargadas de dólares y se llegó a especular que la quinta bolsa fue desaparecida por la policía de Arkansas. Según lo que se asentó en aquellas investigaciones, el dinero "procedía del tráfico de drogas desde Chicago, Illinois" y en el caso se vieron involucrados varios hombres mexicanos, que después fueron asesinados uno a uno en México, excepto Jorge Alberto García, a quien le dispararon en el cuello pero se salvó.
Derivado de esas acusaciones, García Velasco estuvo en una prisión estadounidense y un juez de la Corte del Distrito Sur de Texas lo condenó a 12 años de prisión, pero ofreció testificar contra Guillermo González Calderoni, el expoderoso comandante de la Policía Judicial Federal que operaba el narcotráfico en la frontera mexicana y el sur del Valle de Texas, por lo que recibió una reducción significativa de cinco años en su sentencia, porque su testimonio ayudó en aquel entonces a la DEA para lograr la extradición de Albino Quintero, quien trabajaba para sus tíos Juan José y Emilio Quintero Payán, tíos también de Rafael Carlo Quintero.
Para librarse de aquellos cargos de la justicia estadounidense, Jorge Alberto García también tuvo que entregarle al gobierno de ese país una casa a nombre de su esposa Sofía Macías Guerra, valuada en varios millones de dólares en el lote 51 del Country Club Terrace, una adición a la ciudad de McAllen, en el condado de Hidalgo, Texas. En su expediente judicial también aparecían los nombres de su hermano Donaciano García y de Roberto Olivarez, pero ninguno de ellos fue arrestado.
Hoy esa historia, documentada en los archivos de la justicia estadounidense, es algo de lo que no le gusta recordar al exitoso presidente del Grupo Burgos. Sobre todo, porque hoy sus empresas no sólo son reconocidas en Texas, donde tiene socios para la importación de gasolinas y diésel a México, sino que también cuentan con el apoyo y reconocimiento del gobierno de López Obrador y claramente del gobierno morenista de Tamaulipas. Tanto, que sus acercamientos con la 4T y su papel como apoyador y financiero de la campaña de Claudia Sheinbaum ya hace que los medios tamaulipecos empiecen a ubicarlo como el "nuevo Carmona de la 4T"… Los dados mandan Escalera Doble. Buena semana.