Tiembla la 4T en Morelos
El capricho del fallido gobernador, Cuauhtémoc Blanco, y el derecho de veto que le concedió el presidente López Obrador al exfutbolista, le están saliendo muy caros a Morena. La fuerza cada vez mayor que va tomando en Morelos, la precandidata del Frente Amplio opositor, Lucy Meza, está poniendo en jaque a la poderosa estructura morenista en el arranque de las precampañas por la gubernatura.
Y es que la senadora, ex de Morena, que fue despreciada y vetada por el partido oficial a pesar de que ella encabezaba todas las encuestas de intención del voto, no sólo llegó a levantar los números y las posibilidades de triunfo del Frente, sino que su salida impactó fuertemente a la estructura morenista en el estado, hizo que se rompiera la alianza con el Partido Verde y el PT que van solos en la mayoría de municipios, y hasta puede llevarse una buena tajada del voto morenista en el estado.
Porque si se compara la trayectoria política de más de 25 años que tiene Lucía Meza en el estado, donde ha sido diputada local, federal y senadora, siempre ganando elecciones por mayoría, con el perfil de la precandidata de Morena, Margarita González Sarabia, que fue subalterna y colaboradora del gobernador Cuauhtémoc Blanco, como secretaria de Turismo y también de Cultura, y de ahí pasó a volverse directora de la Lotería Nacional, queda muy claro que en experiencia y preparación para el cargo, la abanderada opositora le saca ventaja. Lo mismo ocurre en los niveles de conocimiento que son abismalmente diferentes, pues mientras a Lucy Meza la conoce casi el 90% de los morelenses, a Margarita si acaso la conoce un 30% de la población del estado.
Todo eso y las primeras encuestas que empiezan a medir el arranque de las precampañas en Morelos, que le están dando ventaja a Meza con más de 10 puntos sobre González Sarabia, han encendido los focos rojos en el partido Morena. Porque el veto de Cuauhtémoc dinamitó el proceso interno y obligó a que Mario Delgado eliminara, sin explicación alguna, a la aspirante puntera en todas las encuestas para dejarla fuera de la competencia y limpiarle el camino a la candidata de Cuauhtémoc Blanco, avalada por el presidente López Obrador, que fue al final quien dio la orden para que se desconociera a Lucy Meza y se inclinara la balanza por Margarita González.
Y aunque Margarita tuvo todo el apoyo de la nomenklatura morenista y la palomearon desde Claudia Sheinbaum hasta Mario Delgado, la realidad es que mandaron a Morena a pelear Morelos con la candidata más débil y menos conocida de las dos primeras opciones que tenía la 4T que eran Lucy Meza, si era mujer, y Rabindranath Salazar, si el candidato era hombre.
Cuando apenas han transcurrido las primeras dos semanas de precampaña, la ventaja que les ha tomado la candidata opositora en sus recorridos por el estado y en amarrar una alianza total para la gubernatura, el Congreso local, el Congreso federal y los municipios de todo el estado, mientras la abanderada de Morena no acaba de despegar y va con una alianza a medias y en apenas 11 municipios del Estado con sus aliados del PVEM y el PT, y no precisa mente los más importantes.
Por algo, cuando desconocieron a Lucy Meza y la sacaron por la fuerza de la contienda interna de la que era puntera, la senadora, ex de Morena y ahora independiente, les ganó rotunda mente el juicio de violación de derechos políticos en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Y para tratar de evitar la ruptura, Mario Delgado buscó personalmente a Lucy para pedirle que no se fuera de Morena, que no traicionara al movimiento, y le ofreció, a cambio de que se quedara con la reelección como senadora de la República, dos distritos locales al Congreso del estado y hasta algún cargo en el gabinete de González Sarabia.
“Me ignoraron, me in ventaron una mentira (su cercanía con el fiscal Uriel Carmona), pisotearon mi nombre. Si no limpian mi nombre y me hacen candidata, no tengo nada que hacer en Morena”, le respondió la senadora, que también vio después a Claudia Sheinbaum, a Citlalli Hernández y a varias enviadas más desde la precampaña Sheinbaum, a las que les repitió y les pidió lo mismo que en su momento le exigió a Mario Delgado.
Ahora, cuando los mejo res escenarios y sus encuestas internas les hablan de un empate técnico entre su candidata González Sarabia y la senadora Meza, se escuchan voces de preocupación en Morena y en la precampaña presidencial, de que se pierda el estado por una mala decisión tomada desde Palacio Nacional y solicitada por el desastroso gobernador Blanco, mientras que al tepiteño con nombre de emperador azteca, le han escuchado sus más cercanos gritar y lamentarse en sus muy frecuentes noches de fiesta alocada: “Debimos haber postulado a esta señora, porque ahora nos va a ganar el estado”.
Al final todo dependerá de los electores morelenses que tendrán que elegir y decidir entre dos opciones: la primera, si su estado sigue bajo el dominio de la 4T, que les llevó a tener un gobernador chilango y que su desconocimiento e interés por la cosa pública, lo volvió un mandatario indolente, ignorante y al mismo tiempo peligrosamente autoritario, mientras el Estado se su mía en la inseguridad y la violencia, sometimiento y extorsión del narcotráfico, empezando por su capital Cuernavaca, que se volvió escenario de homicidios y balaceras, qué ciudades como Cuautla, donde manda el crimen organizado que extorsiona y humilla a la población.
Y la segunda, una nueva alternancia con la alianza del PRI, el PAN y el PRD, que ya gobernaron los tres al estado, pero más que con esos partidos, que tampoco dejaron tan buena memoria de sus gobiernos, con un personaje como el de la candidata opositora, Lucy Meza, que empieza a hacer mucho ruido con sus slogans de que “los morelenses ya quieren que los gobierne un morelense y no un tepiteño o un tabasqueño”, en alu sión al actual gobernador y al exmandatario perredista, Graco Ramírez Garrido.
¿Cuál de los dos caminos tomará Morelos? Lo sabremos en 175 días, que es lo que resta para que Morelos y otros 8 estados, junto con más de 93 millones de mexicanos empadronados, acu diremos a las urnas a la muy compleja y nada definida elección de 2024.
Se baten los dados. Segunda Escalera Doble de la Semana.