La CDMX perdida y la sucesión en todo

"La CDMX perdida y la sucesión en todo", escribe Salvador García Soto en #SerpientesyEscaleras

La pieza clave para cualquier partido que aspire a ganar la Presidencia de la República, sin duda es la Ciudad de México; no sólo porque con su padrón de casi ocho millones de votantes es una de las cinco entidades estratégicas que pueden definir una elección nacional, sino porque el impacto de ganar o perder la capital del país tiene una fuerte resonancia en toda la República.

Hoy, a dos años de la elección presidencial y local para renovar la Jefatura de Gobierno, las 16 alcaldías y el Congreso local, la llamada CDMX ha dejado de ser mayoritariamente de Morena y sus votantes se han dividido entre la izquierda oficialista, que hoy la gobierna y que tiene 25 años dominándola políticamente, y una oposición que con la alianza PRI-PAN-PRD capitalizó el cansancio y el hartazgo de los capitalinos hacia la demagogia y el populismo izquierdista que se enraizaron en la ciudad, con la inocultable simbiosis entre el Palacio del Ayuntamiento y el Palacio Nacional.

Entre las mismas cúpulas de Morena y de la 4T se habla de encuestas internas que se atribuyen a la dirigencia nacional del partido, en las que los números no favorecen al partido gobernante y arrojan un dato que enciende las alarmas del oficialismo: si las elecciones para Jefe de Gobierno fueran hoy, el morenismo perdería las votaciones y las intenciones del voto favorecen a una alianza opositora similar a la que le arrebató nueve alcaldías y la mayoría del Congreso local a Morena en los comicios intermedios de 2021.

A partir del dato de esas encuestas que dentro de la 4T le atribuyen a Mario Delgado, las especulaciones sobre quiénes pueden ser los candidatos o candidatas a la Ciudad de México en 2024 han arreciado. De entrada, la sucesión capitalina está intrínsecamente ligada a la sucesión presidencial que adelantó el presidente López Obrador. El papel de Claudia Sheinbaum como la aspirante o “corcholata” más visible y favorita del Presidente, además de la intensa y costosa campaña que ya realiza a nivel nacional la jefa de Gobierno, hacen que también en la CDMX ya comiencen a manejarse nombres sobre quiénes pueden ser los candidatos o candidatas a sucederla.

Tras descartarse nombres que se mencionan como favoritos de la Jefa de Gobierno -como la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde-, hoy sólo se ven muy claros dos perfiles para la candidatura de Morena al Gobierno de la ciudad: de un lado la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gabinete federal, Rosa Icela Rodríguez, y del otro el secretario de Seguridad Ciudadana de la capital, Omar García Harfuch.

De la primera se dice que, tras haber sido secretaria de Gobierno de Sheinbaum, hoy se ha distanciado de la Jefa y su candidatura se ve mucho más cercana al secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Del jefe policiaco García Harfuch se le ubica como “el candidato de Claudia” por su cercana relación con la doctora, de quien se ha convertido en su hombre de confianza, a partir de los resultados positivos de su estrategia de seguridad y de la buena imagen mediática que ha construido el titular de la SSC.

Rosa Icela fue vista en un principio como la “candidata del Presidente” por su cercanía personal con López Obrador, quien la ha impulsado como opción para la capital; eso hizo que Claudia Sheinbaum la aceptara también como su candidata y la apoyara en algún momento. Pero ocurrió que la Secretaria de Seguridad se definió a favor del secretario Adán Augusto como su candidato a 2024 y eso la distanció de la Jefa de Gobierno, quien decidió apostar ahora por su Secretario de Seguridad, que tiene toda su confianza, aunque no necesariamente la del Presidente.

García Harfuch, por su parte, declara públicamente que él sólo está interesado “en hacer bien mi trabajo y cuidar la seguridad de los capitalinos”, aunque el cuidado y la proyección de su imagen, a partir también de sus resultados, además de los elogios que le dedicaron algunos diputados afines a Sheinbaum en su reciente comparecencia -como el coordinador del PVEM, Jesús Sesma que lo comparó con Batman-, apuntan a que el mediático secretario de la Seguridad en la capital del país no se descarta como aspirante a jefe de Gobierno.

A diferencia de la sucesión presidencial, la de la CDMX está todavía más soterrada y se maneja aún a nivel de comentarios, grillas y especulaciones, pero es un hecho que, conforme se defina con claridad la candidatura de Morena a 2024, también se verá quién puede contender para la nada fácil tarea de mantener el principal bastión de Morena en los comicios locales dentro de dos años. Sea quien sea, enfrentará a una oposición crecida y en alianza que, aunque no tiene todavía un candidato claro, sí tiene ya aspirantes declarados como el alcalde panista de Benito Juárez, Santiago Taboada, un perfil fresco y efectivo que ven con preocupación en el Palacio del Ayuntamiento, además de otros panistas que despuntan como la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, y el complicado alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, cuyo padre le abolló su imagen pública.

Pero la gran incógnita es si habrá otros posibles candidatos que cohesionen a la alianza opositora en la CDMX que hoy ganaría las elecciones. Y ahí surgen nombres como el de Ricardo Monreal, a quien están volteando a ver el PAN, PRI y PRD como una opción que pudiera resultar ganadora en la capital de la República. Falta saber si el zacatecano, que ya está totalmente confrontado con Sheinbaum, romperá con Morena y si cambiaría su aspiración presidencial por volver a intentar ir por un cargo que ya buscó sin éxito en 2018.