Cruje la alianza Va por México; hay dudas de 'Alito'
La serie de eventos concatenados ocurridos en las últimas horas en la Cámara de Diputados y que involucran, directa o indirectamente al dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, han desatado una serie de llamadas, preguntas y dudas sobre si el líder priista mantendrá su palabra y compromiso con la alianza Va Por México y su "moratoria constitucional" a las reformas del presidente López Obrador, o si "Alito" ya pactó o hizo algún tipo de negociación con el Gobierno para apoyar sus propuestas de militarización del país, a cambio de que termine la persecución judicial en su contra.
Las dudas surgieron luego de que la iniciativa de reforma constitucional que propuso la diputada del PRI, Yolanda de la Torre, cercana a "Alito" y quien sorprendió el pasado viernes con una reforma para ampliar la presencia del Ejército Mexicano y de las Fuerzas Armadas en las labores de seguridad pública hasta 2028, es decir, alargar a un total de nueve años la autorización que se les había dado en la reforma constitucional de 2019 cuando se creó la Guardia Nacional con el consenso de todos los partidos. Aunque la diputada presentó la iniciativa a título personal y asegura que nadie se la pidió, la repentina idea de la legisladora hizo que los dirigentes de la alianza Va Por México levantaran cejas y suspicacias.
Porque, casualmente, la propuesta de Yolanda de la Torre llegó unas horas después de aquel saludo efusivo entre el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el dirigente del PRI el jueves 1 de septiembre en el recinto de sesiones de San Lázaro. Si ya la efusividad con la que "Alito" se acerca al Secretario causaba sorpresa por la "persecución política" que él mismo ha denunciado en su contra por parte de este gobierno, el cuchicheo en secreto entre el funcionario y el líder partidista, que quedó grabado en video, hizo que se desataran todo tipo de especulaciones y lecturas.
Luego, el sábado, cuando se debatía intensamente la iniciativa de ley secundaria que el presidente López Obrador mandó para modificar el mando de la Guardia Nacional y sacarla del ámbito civil para adscribirla totalmente al Ejército, y cuando ya se había presentado la iniciativa priista para ampliar la presencia militar en las calles, ya entrada la noche, casi de madrugada del domingo, se conoció de la integración de la Sección Instructora que tendrá que dictaminar la petición de desafuero del diputado Moreno Cárdenas, por las acusaciones de la Fiscalía de Campeche, y otra vez de manera sorprendente Morena aceptó integrar esa instancia con dos diputados suyos, uno del PAN y uno del PRI, con lo cual se abre la puerta a un empate dos contra dos, lo que trabaría o impediría que avance la solicitud de desafuero de "Alito".
¿Son todas esas meras coincidencias? Eso es lo que se están preguntando desde el fin de semana en los despachos de Marko Cortés, dirigente del PAN; de Jesús Zambrano, del PRD, y hasta en las oficinas de Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, que son los dos empresarios que han impulsado y apoyado a la alianza Va Por México. Durante el fin de semana le llovieron mensajes de whatsapp y llamadas a "Alito" para preguntarle qué estaba pasando y si él o su partido habían cambiado su posición sobre rechazar y oponerse a las reformas constitucionales del presidente, sobre todo en temas ya pactados en la alianza, como el "No" rotundo a la militarización de la seguridad pública más allá de 2024.
Hasta ahora, nos dicen fuentes directas de la alianza, hay incertidumbre porque no tienen una explicación clara de Alejandro Moreno sobre el proceder de la diputada de su bancada, que contraviene completamente el acuerdo del bloque aliancista y rompe la "moratoria constitucional", sobre todo porque Morena, con los votos del PRI podría sacar una reforma como la que propone la diputada De la Torre y así alargar hasta el siguiente sexenio la presencia del Ejército en las calles y en las labores de seguridad civil. "No queremos pensar mal, ni queremos suponer, preferimos una explicación puntual del dirigente del PRI y que nos diga si va a cumplir los acuerdos porque de lo contrario él podría romper la alianza", nos dijo un dirigente político que participa en Va por México.
Los próximos dos días serán claves para saber si la alianza opositora, que hasta ahora se juraba "sólida y fuerte" y que el mismo Alito, junto con Marko Cortés y Zambrano habían afirmado en conferencias públicas que "el Gobierno no nos va a dividir y vamos a competir unidos en 2023, 2024 y en el Congreso", va a seguir adelante o, si se comprueba que hay negociaciones entre el dirigente del PRI, su bancada y el gobierno de López Obrador, entonces podría significar el fin de la coalición Va por México.
Si eso sucede y se rompe la alianza opositora, primero López Obrador habría logrado su cometido y "Alito", si negoció, salvaría su cabeza del desafuero y posible detención por la Fiscalía de Campeche; pero las elecciones del Estado de México y de Coahuila se podrían ver impactadas al igual que el futuro político del país, porque sin alianza difícilmente el PRI solo podría impedir que Morena le gane las elecciones para gobernador y en Coahuila, si bien el partido oficial es menos competitivo, también podrían complicarse las cosas sin la coalición opositora. Y en 2024, si eso sucede, prácticamente le dejarían el camino libre a López Obrador y a su anhelado maximato.
¿Resistirá la alianza Va Por México o el mismo personaje que decía y vociferaba que "no me van a callar, sólo que me maten" y que "el gobierno no nos va a dividir", "Alito" Moreno, terminará siendo el verdugo de la única contención opositora que había enfrentado y preocupado a López Obrador?