Un tabasqueño en Nueva York
La llegada anoche del Presidente mexicano a Nueva York no pasó desapercibida para sus simpatizantes. Decenas de personas pertenecientes a grupos de migrantes afines a Morena le organizaron una bienvenida en el Aeropuerto John F. Kennedy, mientras otros grupos preparaban conciertos y recitales de mariachis en Times Square para celebrar la presencia de Andrés Manuel López Obrador en la gran manzana.
Las expresiones de apoyo para el mandatario confirman que su popularidad entre la comunidad migrante mexicana aún es alta y que, desde los Estados Unidos, millones de compatriotas que radican allá —algunos en calidad ya de ciudadanos norteamericanos y otros en la ilegalidad— siguen comprando el discurso de la transformación lopezobradorista por la que muchos de ellos votaron en 2018 a distancia, en un país que todos añoran y extrañan, pero que ya no viven su cotidianidad ni sus problemas, más que a través de sus familias.
La recepción cálida de algunos grupos mexicanos en Nueva York para López Obrador también confirma que el discurso del Presidente que ensalza el trabajo de los migrantes mexicanos y que incluso menciona como un "logro de la política económica de su gobierno" el incremento histórico de las remesas (40 mil millones de dólares en 2020 y posiblemente 50 mmdd este 2021) surte un efecto positivo entre la comunidad mexicana que envía sus dólares al país.
La recepción de los migrantes pondrá de buenas a un Presidente para el que viajar al extranjero no es importante y que hoy realiza apenas su segunda salida del país en tres años de gobierno. El motivo de su visita es de la mayor relevancia. México asume la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, una posición importante que ya la ha tenido nuestro país en dos ocasiones, en 2009 y 2010. Esta será la tercera presidencia mexicana en el máximo organismo de seguridad mundial y el quinto bienio en el que México forma parte del Consejo.
López Obrador dará su primer discurso ante la ONU y lo hará sobre uno de los temas que dominan su discurso político y su plan de gobierno: el combate a la corrupción. El propio Presidente ha anticipado que planteará a los líderes de todo el mundo la necesidad de reconocer que "la corrupción es el principal problema del mundo" y que combatirla es una condición necesaria e indispensable para hablar de seguridad y justicia en el planeta, por la desigualdad que genera y por el fin de la impunidad que representa atacar este fenómeno.
Sin duda hay expectativa, tanto en México como en la ONU, por escuchar el primer mensaje del mandatario mexicano en el foro internacional, luego de que declinara asistir a la 76 Asamblea General del organismo que se llevó a cabo el 21 de septiembre, y de que tampoco participara en la reunión de la COP26 la Cumbre del Cambio Climático que se realiza en Glasgow a convocatoria también de la ONU. Para los países miembros López Obrador es un enigma, pues aunque conocen su fama y México ha estado bien representado por el embajador Juan Ramón de la Fuente, nunca en tres años han podido escuchar al gobernante mexicano.
Veremos cómo le va a López Obrador en su incursión en el Consejo de Seguridad de la ONU. Será interesante ver qué tanto interés despierta su discurso sobre la corrupción que cataloga a la corrupción como "el principal problema del mundo", justo en momentos en los que los países miembros discuten en Escocia sobre el verdadero problema que puede acabar con la especie humana: el cambio climático y sus efectos para la vida en el planeta.
¿Será que AMLO podrá convencer a los países del Consejo de Seguridad de que no hay nada más apremiante que acabar con la corrupción, un problema que, si bien genera desigualdad e inestabilidad en los países, tal vez no se compare en urgencia con el cambio climático que amenaza con acabar con los humanos?