¿Cómo se dice en árabe “México hizo el oso en la OPEP”?
¿CÓMO SE DICE en árabe “México hizo el oso en la OPEP”? Se dice: Yase-va-lanahle. Y todo porque cuando por
fin se tenía un acuerdo para estabilizar el precio del petróleo, Rocío Nahle se negó a aceptarlo, retrasó horas la reunión y, de pronto, apagó su computadora y se salió de la videoconferencia.
EL ACUERDO alcanzado incluyó llamadas entre Donald Trump, Vladimir Putin y el rey de Arabia Saudita.
Pese a ese esfuerzo, en la OPEP no hubo un traductor capaz de explicarles a los participantes qué diablos significa eso de “lo que diga mi dedito”.
PORQUE el rechazo de México tiene que ver más con la obsesión de Andrés Manuel López Obrador con Pemex, que con una lógica económica. Evidentemente, el Presidente prefiere seguir perdiendo dinero con un precio bajo, antes que reducir la producción petrolera, que es una de sus principales banderas.
EL PROBLEMA es que, por un lado, en represalia los países que sí firmen el acuerdo podrían bloquear las exportaciones mexicanas; y, por el otro, la imagen de México quedó bastante dañada con este episodio, pues quedó
claro que el país tiene grandes reservas probadas, pero de dar pena ajena.
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CADA VEZ que Andrés Manuel López Obrador dice “¡Nooooo!” a apoyar fiscalmente a las pequeñas y medianas empresas, el AMLO del pasado tiene un sobresalto.
Y es que, a lo mejor el Presidente no lo recuerda, pero hace cosa de siete años, él mismo convocó a todos los ciudadanos a no pagar la luz y a no pagar impuestos mediante amparos masivos y acciones colectivas.
Era 2013 y el López Obrador de ese entonces no consideraba ese tipo de acciones legales como sabotaje. ¡Cómo cambian los tiempos... y las convicciones!
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ANTE la cerrazón del Ejecutivo, algunos empresarios ya empezaron a tocar puertas en el Legislativo, como la reunión que ayer tuvo Braulio Arsuaga, del Consejo Nacional Empresarial Turístico, con la bancada del PRI
en el Senado.
El lunes lo hará con los senadores panistas y el miércoles con los de Morena. A ver si ahí encuentran el apoyo que buscan, pues son más de 100 mil empleos los que están en riesgo sólo en ese sector.
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POR CIERTO que en la cifra de despidos que dio a conocer Luisa Alcalde hay truco: los 346 mil 878 empleos no
se perdieron sólo por el coronavirus, sino que la mitad fue por la recesión económica que el gobierno nunca quiso
reconocer.
SEGÚN los datos de la propia Secretaría del Trabajo, se perdieron 198 mil 33 empleos del 13 al 30 de marzo, y si bien el 24 se decretó la segunda fase, la realidad es que fue hasta el 30 que se declaró la emergencia sanitaria.
Ni Poncio Pilatos se lavaba tan bien las manos.