EL ALETEO de una bala en Nochixtlán puede desatar una tormenta política

EL ALETEO de una bala en Nochixtlán puede desatar una tormenta política en San Luis Potosí. Y si no lo creen, pregúntenle a Enrique Galindo.

HASTA hace apenas unos días, el ex comisionado de la Policía Federal se perfilaba como el número uno en la lista de precandidatos al Senado por parte del PRI potosino. Se daba, pues, por descontado que el próximo año llegaría a un escaño.

PEEERO de pronto apareció la Comisión Nacional de los Derechos Humanos con esa celeridad que le caracteriza -¡un año y cuatro meses después!- y lo salpicó como uno de los responsables de los excesos de los federales durante el enfrentamiento en la población oaxaqueña de Nochixtlán.

EN SU peritaje, la CNDH no sólo acreditó violaciones al protocolo policiaco, uso excesivo de la fuerza, tortura y tratos denigrantes, sino que también pidió a la PGR investigar a Galindo como posible responsable de violaciones graves a los derechos humanos.

HABRÁ que ver qué tanto le afecta esto a Galindo en sus aspiraciones a ser postulado por el PRI al Senado.

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EN ESTOS tiempos de definiciones, alguien debería preguntarle a Manlio Fabio Beltrones, de una buena vez, si Luis Fernando Heras es o no su personero.

LA ACLARACIÓN es importante porque varios alcaldes allá en Sonora han estado recibiendo la visita de Heras, para ofrecerles sus "servicios" como gestor de moches, perdón, de recursos federales.

NO HAY que olvidar que ya con anterioridad este oscuro personaje fue señalado de ser parte de una intrincada red que ayudaba a gestionar recursos para las alcaldías, a cambio de la respectiva tajada para el o los diputados involucrados y de que el contrato de la obra se asignara con dedicatoria.

PRESUMIENDO de su relación con el ex dirigente nacional del PRI y la ascendencia de éste sobre todo su grupo político, Luis Fernando Heras les promete a los ediles llevarles hasta sus arcas los ansiados recursos. O como diría el padrino Vito Corleone: les hace una oferta imposible de rechazar.

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ANTE las dudas que han surgido entre la militancia tricolor sobre la designación de su candidato a la Presidencia, el Consejo Político Nacional salió a aclarar un asunto.

QUE el destape del abanderado no será por convención de delegados, sino por convección de delegados. Y es que el chef Enrique Peña ya tiene al candidato en el horno y nomás necesita que 10 mil obedientes priistas le den calorcito cuando lo presente.