En la SRE que encabeza Marcelo Ebrard...
EN LA SRE que encabeza Marcelo Ebrard vieron con muy buenos ojos el mensaje del embajador de EU, Christopher Landau, en el sentido de que el atentado contra el secretario de Seguridad de la CDMX, Omar García Harfuch, ratifica que ambos países deben profundizar su cooperación contra el crimen organizado.
Y EN la Cancillería esperan que esa buena intención se traduzca en un esfuerzo real para atender el tema del tráfico de armas de alto poder desde la Unión Americana.
PORQUE vaya que debió resultar preocupante para Landau saber que a menos de 3 kilómetros de la casa en la que vive con su esposa y sus dos hijos había cinco fusiles Barret calibre .50, un lanzagranadas y 34 armas largas, todas ellas ilegales en México.
YA SE VERÁ si el diplomático logra transmitirle a su jefe Donald Trump la importancia de ponerle cara seria a ese asunto, toda vez que 7 de cada 10 armas usadas para cometer delitos de este lado del Río Bravo llegaron desde su país.
***
MIENTRAS se asienta la polvareda (no la del Sahara que apenas comienza) brincan las dudas sobre las circunstancias alrededor del atentado del viernes en Lomas de Chapultepec.
QUIENES saben de protocolos del gobierno de la CDMX afirman que absolutamente todos los trayectos del jefe de la Policía, la fiscal general y la jefa de Gobierno son monitoreados por el C5 y cuentan no solo con una escolta, también con una avanzada.
SI ESO ocurrió el viernes por la madrugada, ¿cómo es que nadie le avisó a quien manejaba la camioneta de García Harfuch que había un comando armado esperándolo para que pudiera cambiar su trayectoria?
EN LA PROPIA Secretaría dicen que quienes tienen mucho que explicar al respecto son varios monitoristas del C5 -quienes ya están bajo investigación- e incluso elementos del grupo de seguridad del funcionario.
A VER si no descubren que García Harfuch tenía al enemigo mucho más cerca de lo que creía.
***
AHORA resulta que la falta de medicamentos para pacientes con cáncer es un invento de los medios de información.
SEGÚN el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, hay abasto suficiente pues el gobierno federal se ha movido por todo el mundo para traer las medicinas, y si no llegan a los enfermos es por culpa de los gobiernos estatales.
SI ASÍ FUERA, ¿por qué miles de padres de niños con cáncer siguen denunciando que no tienen acceso a los medicamentos tanto en redes sociales como en las calles de varias entidades del país?
Ni modo que esta tragedia sea un “compló” neoliberal.