Mientras disfruta de los 30 grados de temperatura y la agradable brisa en Los Cabos…
MIENTRAS disfruta de los 30 grados de temperatura y la agradable brisa en Los Cabos a donde viajó para la Tercera Asamblea de la Red Mundial de Justicia Electoral, el “Magistrado Billetes” José Luis Vargas le cuenta a quien quiera escucharlo que él está muuuy tranquilo con su situación patrimonial.
Y ES QUE, a pesar del escándalo que significó la revelación de cómo crecieron sus bienes en sólo cuatro años, él presume tener el apoyo del ministro presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, y del consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra.
DE HECHO, afirma que se reunió con Zaldívar esta misma semana antes de viajar a Baja California Sur para participar en ese evento que él mismo se organizó y que está costando 2.3 millones de pesos de dinero de los mexicanos tan sólo en el hospedaje y los alimentos para sus invitados.
ESO SÍ, con todo y que Vargas quiere hacer pasar ese encuentro de jueces electorales como un gran acontecimiento, tres de sus compañeros del Tribunal Electoral le hicieron el fuchi y no asistieron -Janine Otálora, Reyes Rodríguez e Indalfer Infante- mientras que Felipe de la Mata irá de pisa y corre a presentar su ponencia y regresará a la CDMX de inmediato.
ES DECIR, que ni sus propios compañeros apoyan al magistrado, pero él anda presumiendo de tener amarres en las altas esferas.
¡Qué tal!
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TODO INDICABA que hoy el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación iba a discutir un proyecto que declara inconstitucional la cadena perpetua.
ESE PENDIENTE, que los ministros arrastran desde hace tres años, resulta crucial para normar criterios en el tema de las extradiciones de capos mexicanos a Estados Unidos.
Pero, ¡oh sorpresa! el asunto -identificado como el amparo directo 27/2015-, desapareció ayer de la lista de asuntos a ser tratados por el Pleno y ya no se le ve por ningún lado.
¿SERÁ que el horno no está para esos bollos después de la falla del gobierno en la detención de Ovidio Guzmán en Culiacán?
Es pregunta que se queda sin resolución.
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MÁS DE UNO se quedó sorprendido con la forma en que Andrés Manuel López Obrador tiró línea -sin querer queriendo- a los senadores para nombrar a Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
NI DISIMULÓ el Presidente cuando descalificó a quienes han estudiado y son expertos en el tema de los derechos humanos, y él se decantó por “alguien” con perfil de activista.
¿Y la autonomía, apá?