Una de dos: o Donald Trump se confundió o...
UNA DE DOS: o Donald Trump se confundió o hubo un componente muy importante en las negociaciones entre México y Estados Unidos del que no nos enteramos.
HORAS antes de que se anunciara el freno a los aranceles del 5% a los productos mexicanos, el inquilino de la Casa Blanca escribió en Twitter que, si se lograba un acuerdo, nuestro país comenzaría a comprarle a la Unión Americana productos de granja y agrícolas, y en altos niveles.
¿PUES no que los aranceles eran por la falta de acción de México para detener la ola migrante y que eso era lo único que se estaba negociando?
Es pregunta a la que se le cruzan los cables.
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POR CIERTO que Mr. Trump va que vuela para ganarse la medalla de oro que otorga cada año la Royal Astronomical Society de Inglaterra después de tuitear ayer que la Luna... ¡forma parte de Marte!
TANTOS SIGLOS y ni Copérnico, ni Galileo, ni Kepler... bueno, ni siquiera Carl Sagan nos abrió así los ojos ante los misterios del cosmos.
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LLAMÓ la atención el deslinde -¿o fue desaire?- de los ministros de la Suprema Corte a la invitación que les hizo Andrés Manuel López Obrador para asistir a su acto “de unidad” que ahora será de “celebración”, en Tijuana.
CONTESTARON que ellos no tienen ninguna facultad en materia de política exterior y que debían preservar su autonomía e independencia en caso de que México entrara en alguna controversia en materia comercial.
COMO SEA, al Presidente no se le hizo tener a los tres Poderes de la Unión haciendo frente común a unos metros de la frontera con Estados Unidos.
Ahí será para la próxima crisis... o no.
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A QUIEN le deben estar zumbando fuerte los oídos es al ex presidente del PRD Manuel Granados, ahora que el partido que llegó a ser segunda fuerza electoral a nivel nacional está metido en un lío con sus trabajadores.
A CASI un año de su debacle electoral, cinco propiedades de ese instituto político están embargadas por petición de 193 ex empleados sindicalizados que fueron corridos cuando la dirigencia se dio cuenta de que sus prerrogativas bajarían dramáticamente.
EL CONFLICTO inició en octubre, mes en el que Granados dejó la dirigencia nacional y los quejosos, quienes demandan su reinstalación, están dejando muy mal parado a ese partido.
PERO quizás lo más penoso para los perredistas es que difícilmente tienen cara para hablar de asuntos que tradicionalmente han sido parte de su agenda como la justicia laboral o la defensa de los trabajadores