Aporofobia y el desprecio a las personas de situación de calle en Hermosillo

Los prejuicios hacia quienes viven en situación de calle se transmiten no sólo ‘de boca en boca’, sino también a través de los medios de comunicación.
Especial/EXPRESO.

HERMOSILLO, SON.- El fenómeno social sobre las personas en situación de calle debe sus causas a múltiples factores, entre ellos, la incomprensión y el escaso trabajo de intervención que se realiza para mitigar esta problemática social, declaró Jennyfer Quintero, egresada de la Maestría en Ciencias Sociales por la Universidad de Sonora.

En el estudio “Modelo de Investigación para la Comprensión Holística de las Personas en Situación de Calle en la Ciudad de Hermosillo”, la investigadora plantea que en la capital sonorense se estiman más de mil 200 personas en condición de calle, según el censo ‘Todos Contamos’ de noviembre del 2018 del DIF Municipal, mismo que en marzo de 2017 mostró un aumento del 53% en este sector de la población.

Asimismo, entre los resultados de su investigación, destaca que la exclusión social, el rechazo, la discriminación, los estigmas y los prejuicios hacia las personas en situación de calle terminan por deteriorar su identidad puesto que se socavan de sus capacidades como personas, dejándolos inmersos en un estilo de vida desprotegido y sin ningún tipo de seguridad social.

“Hasta cierto punto, estas conductas tienen como consecuencia rezagar la calidad de vida del individuo al no ser tratado como una persona con derechos, sino a ser tratado a partir de una conducta a la que denominamos ‘aporofóbica’”, explicó Quintero.

De acuerdo con la autora española Adela Cortina, quien acuñó el término ‘aporofobia’ en 1992, este se refiere al rechazo o repudio hacia la pobreza y hacia quienes la padecen.

Con base en este concepto, Quintero identificó que, al menos en Hermosillo, los prejuicios hacia quienes viven en situación de calle se transmiten no sólo ‘de boca en boca’, sino también a través de los medios de comunicación.

“La mayoría se entera por redes sociales, pero a partir de que ahí se comparten las notas periodísticas que hablan sobre este fenómeno en un ámbito digital, entonces en su mayoría esas notas tienden a tratar al fenómeno bajo prejuicios y formas negativas de conceptualizarlo, o inclusive de tildarlos delincuentes, vagabundos, drogadictos, entre otras palabras que se repiten en las notas analizadas en la investigación”, comentó.

De tal forma, aplicó una encuesta a diferentes ciudadanos, todos con domicilio, de la capital sonorense para examinar los niveles de prejuicio, exclusión y discriminación hacia las personas en situación de calle, siendo uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, al menos en cuestiones materiales.

Quintero destacó que algunos de los resultados arrojaron que un 30% de los encuestados nunca ha hablado con una persona en situación de calle y 47% lo hace rara vez, esto debido a que 40% de las personas encuestadas no se fían de ellos, mientras que 23% siente miedo cuando una persona sin hogar se le acerca.

Además, 28% mencionó que la existencia de las personas en situación de calle está relacionada con la falta de seguridad de los ciudadanos con un techo sobre su cabeza, lo cual evidencia claramente la prevalencia de conductas aporofóbicas.

“Es un fenómeno que surge a partir de múltiples factores, de múltiples causas. Es verdad que se necesita de la participación no solo del gobierno, sino la participación de los domiciliados, de la empresa privada, de la ciudadanía en general, de las ONG’s y a su vez de la academia para que siga investigando”, puntualizó.

Así, la investigadora concluyó que cada sector puede aportar su grano de arena en la solución del problema, incluso los medios de comunicación, cuyo papel a la hora de informar se ha visto limitado a reproducir los prejuicios en torno a un fenómeno complejo que requiere de mayor atención y comprensión de la situación de calle.

EXP/VM/EV/JUN/2020