Aunque pagan predial dejan sin agua a ejidatarios de 'El Torungo'
HERMOSILLO, SON.- Los ejidatarios de “El Tojungo” han sufrido la falta de agua durante 18 años, luego de que el organismo de Agua de Hermosillo vendiera a un particular el vital líquido que le correspondía al pozo de la localidad “La Esperanza”, afectando directamente a al menos 40 familias y de manera indirecta a más de 300.
Ángel Parra, aparcero del ejido de 800 hectáreas que fue comprado en 2003 por el Gobierno del Estado para albergar a los ladrilleros y sus familias, afirmó para EXPRESO que los motivos por los que algunas familias optaron por no habitar las tierras fue debido a la escasez de agua, aunado al abandono del ayuntamiento y Estado, aunque paguen el impuesto predial.
“Soy vecino de La Esperanza, del Tojungo, las calles y avenidas están destrozadas por las lluvias y la falta de mantenimiento, hace como siete años que no vienen a darle una raspada, nosotros estamos pagando predial, ocupamos que nos volteen a ver”, expuso.
Recordó que algunas familias se instalaron en “El Tojungo”, predio ubicado a la altura del kilómetro 40 de la carretera 26, el cual se distribuyó en ocho fracciones, dependiendo de un único pozo para que suministrara del vital líquido a las comunidades del sector.
"Nos dejó sin agua"
“Tenemos un pozo que tiene 50 años activo, de permanencia, pero no lo pueden equipar porque ocupamos los millares de agua que Agua de Hermosillo vendió a un fraccionamiento, a un particular, sin pedirnos permiso y nos dejó sin agua. Estamos pagando prediales, entonces estamos peleando que el Ayuntamiento nos lleve agua en pipas o que resuelva el problema del agua”, apuntó Parra.
Explicó que los derechos de millares de agua es el volumen permitido que se usa para que el organismo de Aguah realice los cobros y permita extraer el líquido del pozo.
“Tenemos el pozo, pero no podemos sacar agua porque nos pueden multar y nos pueden adjudicar responsabilidades judiciales.
El Ayuntamiento de Hermosillo y Aguah nos han dicho ‘Pues compren ustedes los millares de agua’, pero se nos hace una desvergüenza que nos digan eso, porque los millares de agua nos pertenecen a nosotros, y a ellos se les hace muy fácil lavarse las manos y la papa caliente nos la tiran a nosotros”.
A nombre del comité ejidal afirmó que los millares de agua que requieren en la localidad costaría alrededor de 2 millones de pesos, además de la necesidad de solventar otros problemas de seguridad y raspado de las calles.
“Se lavan las manos diciendo que hay muy poca gente allá, pero cómo va a haber gente si nos tienen olvidados. Nos tienen como ciudadanos de tercera.
Desde 2003 hemos tenido varios compañeros que han fallecido. Ellos murieron esperando que se arreglara lo del Tojungo, que llegaran servicios, no queremos que se nos mueran más gentes sin ver los frutos de su patrimonio”.
De esta manera, durante años los ejidatarios se han visto en la necesidad de trasladar agua desde la capital sonorense, así como han pagado por los servicios de pipas de agua.
“Hemos sido muy pasivos, hemos hecho las cosas en tiempo y forma, pero ya basta. Vamos a tomar otras medidas, un poco fuertes, sin faltar al respeto. Muchas veces se nos quiebran los muelles de suspensión de los carros, que son nuestro patrimonio, porque tenemos que llevar agua desde Hermosillo.
Tenemos que comprar pipas de agua, mientras las autoridades muy a gusto allá atrás de sus escritorios. No voltean a ver a la gente, creen que somos de tercera, pero ya se acabó ese corrido”.