Carlitos, el niño que aún recibe visitas y regalos, cien años después de su muerte
HERMOSILLO, SON.- Paletas, dulces, juguetes, globos, flores, veladoras, son solo algunos de los regalos que fácilmente pueden apreciarse en una de las tumbas más famosas del panteón Yáñez: la tumba de Carlitos.
Como cada año, esta tumba por todos nombrada y por muchos conocida, fue visitada y colmada de regalos por parte de los asistentes, que llegan al lugar y platican un poco de una de las miles de historias que existen alrededor de esta tumba.
Dicen fue en 1870, algunos que en 1900 y otros que en los años 20; hay quien dice que Carlitos murió atropellado, o que se cayó por andar en patines o patineta, pues son muchas versiones de lo sucedido a este pequeño.
Francisco Manuel Flores Barcenas, vecino del la colonia San Benito, dijo que desde que era niño, su bisabuela traía a toda la familia a visitar la tumba de Carlitos.
Explico que desde que se acuerda, por lo menos cada día de muertos viene a ver sus familiares y acostumbran pasar por la tumba del pequeño, a quien a veces le dejan un regalito.
Dijo que en su familia creen que Carlitos les ha ayudado con alguna solicitud especial y por eso siguen visitándolo y esperan que las próximas generaciones lo sigan haciendo.
La tumba de Carlitos es uno de los puntos más emblemáticos del panteón, ahora casi un punto turístico de gran afluencia y cada año, cientos de personas conocen por primera vez la tumba del niño fallecido más famoso de la ciudad.