Cumple su pasión: servir a los demás
HERMOSILLO, SON.- Desde niño, José Guadalupe Ayala Noriega se fascinaba por las ambulancias cuando las veía pasar por el poblado Miguel Alemán, el lugar donde creció, por ello siempre que los visitaban los voluntarios él corría a donde estuvieran y se quedaba con el personal para aprender de todo lo que veía.
Hoy, son 35 años los que José le ha dedicado a la Cruz Roja Mexicana, una institución que le apasiona, a la que ama y está completamente agradecido con las autoridades de la Delegación Hermosillo, pues son a quienes le reconoce las oportunidades que ha tenido para crecer y llegar a ser Coordinador Local de Socorros en dicha comisión.
“Yo soy orgullosamente hijo de campesinos y viví en un campo agrícola; en mi infancia todo el tiempo me llamaba mucho la atención la Cruz Roja, para mí ver una ambulancia era algo que me llenaba de orgullo y emocionaba.“En todos los juegos con mis amigos, me gustaba mucho ser todo el tiempo ‘el de la ambulancia’; fíjate que hasta una vez me encontré un casco, y le pedí a mi madre que me llevara a Hermosillo por una calcomanía de la colecta, y yo ya era el de la Cruz Roja con el casco”, contó el socorrista.
Ayala vivía en el poblado Miguel Alemán, a donde llegaba un grupo de socorristas para atender a la gente, y podía pasar la tarde entera viendo lo que hacían estos profesionales, e incluso le tocó visitar un cuarto de radioemergencia.
Una vez que la ambulancia partía, él barría y trapeaba la zona para que cuando regresaran, vieran todo limpio y a él sentado en la entrada, observando cómo trabajaban y llenándose de emoción.
Voluntario
Así fue hasta que en el año 1984 José Guadalupe pudo entrar como voluntario, y un año después él ya era oficialmente parte de los socorristas. Hoy, comparte que no se ha separado nunca de la Cruz Roja, y ha tenido la oportunidad de capacitarse, dar cursos de rescate, trabajar como jefe en el poblado Miguel Alemán, Bahía de Kino y ahora en Hermosillo.
“Cuando empecé a trabajar en Hermosillo, créeme que yo iba y venía todos los días en raite. Me emocionaba mucho y me criticaban, que si por qué hacía eso, que se me iba todo el dinero en los camiones y no era cierto, pero igual es mi pasión […]“Me mandaron a Kino y curiosamente me tocó ser jefe en base cuando abrimos en Punta Chueca con los Seris, estuve allá e hice buena amistad.
“Me dieron un agradecimiento grande para Mariano Katase, que en paz descanse en el cielo, él fue quien me dio oportunidad, y después seguí trabajando con el hijo; son personas preparadas e inteligentes”, destacó.
José Guadalupe añadió que su experiencia le ha hecho saber cómo coordinar un equipo, además de conocer el sistema y protocolo en tres delegaciones; espera poder continuar varios años dentro de la Cruz Roja, pero reconoce que si llegara el día en el que tenga que irse, lo hará con mucho honor y gratitud.
“Tengo 14 años como Coordinador de Socorros, que la verdad le agradezco mucho a los administradores y presidentes del consejo, a todos principalmente a los socorristas que me han apoyado en las buenas y en las malas.“Honestamente, yo no estoy casado con la silla, en el momento en que me digan que hay un cambio o que es necesario, sí saldré de ahí, pero créeme que seguirá un voluntario más en la institución hasta donde nos den la oportunidad de ayudar a la gente”, puntualizó.